Para muchas personas, hablar del sistema digestivo sigue siendo un tabú. Pero la gastroenteróloga colombiana Juliana Suárez, mejor conocida en redes como @ladoctorapopo_, está cambiando esa narrativa. Con más de 600 mil seguidores en Instagram, su estilo directo, educativo y hasta divertido ha logrado lo impensable: que miles de personas hablen abiertamente sobre su actividad en el baño… y aprendan a mejorar su microbiota.
Y es que tener una microbiota saludable no solo mejora la digestión y permite ir al baño con regularidad, sino que también impacta el sistema inmune, el estado de ánimo y la salud metabólica. Desde su experiencia clínica y comunicacional, la doctora Suárez comparte cuatro claves que pueden transformar tu salud intestinal —y tu vida.
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En una era dominada por las “dietas milagro” y los planes restrictivos, Suárez lanza una advertencia clara: eliminar grupos enteros de alimentos puede debilitar tu microbiota.
“El problema no es la lenteja, el gluten o el ajo; el problema es que hemos empobrecido nuestra microbiota por eliminar lo que deberíamos incluir”, afirma.
La microbiota intestinal, compuesta por billones de bacterias buenas, necesita diversidad de alimentos ricos en fibra para mantenerse fuerte. Y su consejo es simple: empieza poco a poco a reintroducir frutas, verduras, legumbres, nueces, semillas y lácteos fermentados. Al hacerlo, estarás «entrenando» tu sistema digestivo como si volvieras al gimnasio después de años.
Dato local: Un estudio de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) indica que más del 60% de los dominicanos consume fibra por debajo de las recomendaciones internacionales. Eso explica en parte el alto índice de estreñimiento funcional en el país.
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La obsesión por comer “limpio” o “perfecto” puede ser más dañina de lo que parece. Según Suárez, una microbiota saludable se construye no solo con buena alimentación, sino también con ejercicio, descanso adecuado y manejo del estrés.
“La gente fuerte intestinalmente es la que come de todo, se mueve, duerme y se relaja. No la que vive con miedo a comerse una empanada.”
Además, insiste en evitar los alimentos ultraprocesados y priorizar la fibra natural, presente en la yuca, el aguacate, la batata y otras joyas de la gastronomía dominicana.
Tip de salud pública: El Ministerio de Salud Pública ha alertado sobre el creciente consumo de alimentos ultraprocesados entre adolescentes, lo cual se vincula directamente con trastornos digestivos crónicos en edades tempranas.
Suárez destaca que muchos problemas digestivos comienzan en la niñez, cuando se desalienta el consumo de frutas y verduras o se viven traumas como el retiro forzado del pañal.
“Hay que jugar con la comida para educar. Un niño que toca aguacate hoy, lo comerá mañana sin problema”, explica.
Pero también advierte que los adultos pueden reconectar con alimentos olvidados o rechazados: “Yo aprendí a amar la berenjena de adulta. Y eso también es parte del proceso”.
Este principio es clave en nutrición funcional, una tendencia creciente entre clínicas especializadas de República Dominicana, como CENUSI y Nutrimed, que ya incluyen asesorías de microbiota en sus protocolos.
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Uno de los errores más comunes, según la doctora Suárez, es ignorar el llamado natural del cuerpo. Muchas personas, por vergüenza o falta de tiempo, posponen el momento de evacuar, provocando estreñimiento, distensión abdominal y malestar general.
“Si no sacas la basura, se acumula. Si no haces espacio para hacer popó, tu sistema lo resentirá”, sentencia.
Ella recomienda volver a lo básico: desayunar con calma, respetar los ritmos del cuerpo, y entender que el colon no necesita limpiezas extremas ni productos milagrosos, sino alimentos reales, hidratación y movimiento.
¿Sabías qué…? En República Dominicana, la automedicación con laxantes es una práctica común. Según datos del Observatorio Nacional de Salud, más del 30% de los adultos usa estos productos sin receta médica, lo cual puede dañar la flora intestinal.
Romper el tabú del baño es una forma poderosa de reconectar con la salud y el bienestar. La doctora Suárez lo ha convertido en una misión profesional y personal. Su llamado es claro: cuida tu microbiota como cuidas tu corazón, tu piel o tu mente.
Y tú, ¿hoy ya hablaste con tu intestino?
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