Reducir el azúcar en nuestra alimentación no siempre es tan sencillo como dejar de añadirlo al café o evitar los postres. Según la nutricionista Pilar Puértolas, “el azúcar no siempre aparece como tal en la etiqueta, y por eso es fundamental saber en qué formas puede camuflarse”. De hecho, una gran cantidad de alimentos procesados contienen azúcares ocultos que pueden pasar desapercibidos si no sabemos identificarlos. Desde el pan hasta las salsas y aliños, el azúcar se infiltra en nuestra dieta de formas inesperadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcar libre no supere el 10% de la ingesta calórica diaria, e idealmente reducirlo al 5% para obtener mayores beneficios para la salud. Esto equivale a aproximadamente 25 gramos de sacarosa al día en una dieta de 2000 kcal.
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El consumo excesivo de azúcar puede generar:
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Los azúcares pueden encontrarse en alimentos que a simple vista no parecen dulces. Algunos de los productos más comunes con azúcares ocultos incluyen:
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Para identificarlos, es clave revisar la lista de ingredientes en los productos procesados. La sacarosa puede aparecer bajo distintas denominaciones:
“Muchos productos que parecen saludables contienen azúcares ocultos, por lo que leer la etiqueta es clave”, advierte Puértolas.
Es común pensar que ciertos alimentos son opciones saludables cuando, en realidad, contienen altos niveles de azúcar añadida. La nutricionista Pilar Puértolas señala que “los yogures saborizados pueden contener hasta 15 gramos de azúcar por porción, lo que equivale a casi tres cucharaditas”.
Otros productos engañosos incluyen:
Según la dietista Carla Navarro, “las mejores alternativas son los alimentos en su estado más natural. Si quieres un yogur, elige natural sin ningún adulcorante y agrégale frutas. Para el desayuno, opta por avena en hojuelas en lugar de cereales procesados”.
Además de identificar el azúcar oculto, hay varias estrategias para minimizar su consumo:
Reducir el consumo de azúcar no solo mejora la salud metabólica y cardiovascular, sino que también contribuye a una dieta más equilibrada. Como destaca Pilar Puértolas, “el azúcar está más presente de lo que pensamos en nuestra alimentación diaria. Si queremos reducirlo, es clave leer etiquetas y priorizar productos naturales”.
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