El maltrato familiar, los berrinches temperamentales, la violencia, romper y lanzar objetos contra la pared pueden ser algunos de los signos que caracterizan a una persona con trastorno explosivo intermitente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica el trastorno explosivo intermitente (TEI) por la existencia de breves incidentes de manera frecuente, donde una persona agrede de manera física y verbal a otra, o rompiendo objetos de forma violenta a causa de la incapacidad del afectado, para poder suprimir sus impulsos de agresividad.
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Este tipo de trastorno muestra conductas y episodios agresivos, violentos de manera repetida y repentina con reacciones exageradas ante la situación que se esté lidiando en el momento, tal como lo describe el portal Mayo Clinic.
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Las consecuencias que genera el trastorno explosivo intermitente en las personas provoca sentimientos de ira, culpa, consternación, tristeza, angustia, vergüenza y arrepentimiento, además de un impacto negativo en el entorno social afectando las relaciones intrafamiliares, relaciones de pareja, compañeros y amigos, trayendo como resultado problemas legales y financieros.
American Psychiatric Association determina que los ataques ocasionados por el Trastorno Compulsivo Intermitente suelen presentarse de manera frecuente en la conducta del individuo, cada semana durante un periodo mínimo de tres meses.
De acuerdo a la fuente citada es normal que este tipo de trastorno se asocia con la depresión casi en un 40 %, con la ansiedad en un 60 %. Además de que el consumo de drogas y alcohol se puede presentar de manera posterior a los síntomas generados por el TEI.
De acuerdo con el Tucson Medical Center Health este tipo de trastorno se presenta a partir de los 6 años de edad o durante la adolescencia, sin embargo este alcanza su mayor desarrollo en la adultez, donde es más común y frecuente.
El mismo se debe a una serie de factores biológicos y ambientales que se van desarrollando en la formación del individuo. Puede ser por genética, así como el entorno en el que crece la persona.
Según indica el Tucson Medical Center Health los factores de riesgo del trastorno explosivo intermitente pueden mostrar, maltrato físico, problemas de salud mental, y otros tipos de trastornos como: trastorno de conducta disruptiva, trastorno límite de personalidad y déficit de atención.
Para tratar este trastorno el paciente debe recibir un tratamiento adecuado y de supervisión médica con terapias cognitivas y de conductas así como el consumo de medicamentos estrictamente recetados.
Dentro de los medicamentos necesarios para el control del TEI se encuentran los ansiolíticos, antidepresivos y calmantes de estado de ánimo.
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