US $78 mil millones al año: el costo de las fake news en las finanzas - Revista Mercado
La antillana

US $78 mil millones al año: el costo de las fake news en las finanzas

Por | mayo 21, 2025

En los mercados financieros modernos, donde las decisiones se toman en milisegundos y los algoritmos operan a velocidades humanamente inalcanzables, las fake news han emergido como un enemigo de efectos devastadores. Esta desinformación, que antes se consideraba un problema meramente reputacional, hoy representa una amenaza tangible para la economía global, capaz de alterar el valor de empresas, distorsionar mercados y generar pérdidas millonarias en cuestión de minutos

El salto cualitativo de la desinformación

El fenómeno ha escalado de manera alarmante. Según un reciente informe de LLYC, consultora global especializada en comunicación estratégica y gestión de riesgos corporativos, la desinformación ya no opera solo en el terreno de la percepción, sino que impacta directamente en los indicadores financieros. Los casos documentados revelan un patrón preocupante: noticias falsas, rumores infundados o datos manipulados circulan a velocidad viral, generando reacciones en cadena que los mecanismos tradicionales de verificación no logran contener.

Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.

Esta dinámica tiene efectos concretos. La volatilidad artificial inducida por información falsa distorsiona los precios de los activos, afecta las valoraciones bursátiles y altera los flujos de inversión. Peor aún: en un entorno hiperconectado, donde operan sistemas de trading automatizado que reaccionan a señales informativas sin filtro humano, el impacto se amplifica exponencialmente.

Casos que alertan al mundo financiero

La evidencia empírica es contundente. El 7 de abril de 2023, una publicación anónima sobre una supuesta suspensión de aranceles comerciales en Estados Unidos provocó un repunte artificial de 2.4 billones de dólares en el S&P 500. La corrección, cuando la Casa Blanca desmintió la información, llegó en apenas 23 minutos, pero el episodio dejó al descubierto la vulnerabilidad sistémica de los mercados ante la manipulación informativa.

En 2013, el hackeo a la cuenta de Associated Press que difundió un falso atentado contra la Casa Blanca desencadenó una caída instantánea de 136,000 millones de dólares en Wall Street.

Estimaciones internacionales señalan que la desinformación genera pérdidas anuales de hasta 78,000 millones de dólares, con un 50 % de este monto vinculado directamente a la volatilidad bursátil. 

Más recientemente, empresas como Cassava Sciences han visto sus valoraciones afectadas por campañas de desinformación sobre sus productos farmacéuticos. Estos ejemplos confirman que ni siquiera las instituciones más sólidas están exentas del riesgo.

La tecnología contra la manipulación

Frente a este escenario, el sector financiero se ve obligado a replantear sus mecanismos de protección. Las estrategias reactivas (como desmentidos o comunicados de prensa) resultan insuficientes cuando el daño ocurre en ventanas de tiempo mínimas. La solución, coinciden los expertos, está en la prevención mediante herramientas tecnológicas avanzadas.

Empresas líderes como BlackRock, Santander y BNP Paribas ya han incorporado sistemas de inteligencia artificial capaces de:

  • Monitorear en tiempo real millones de fuentes informativas

  • Detectar patrones anómalos en la difusión de contenidos

  • Identificar posibles campañas de manipulación antes de que alcancen masa crítica

  • Generar alertas tempranas para la toma de decisiones

Estas plataformas utilizan procesamiento de lenguaje natural, redes neuronales gráficas y machine learning para distinguir entre información legítima y operaciones de desinformación. Su objetivo no es solo reaccionar, sino anticiparse.

Un desafío que redefine las reglas del juego

La desinformación financiera representa un cambio de paradigma en la gestión de riesgos corporativos. Ya no basta con proteger los activos tangibles o la reputación; es necesario blindar a las organizaciones contra amenazas que, aunque intangibles, tienen consecuencias muy concretas en los estados financieros.

En este nuevo escenario, la diferencia entre empresas resilientes y vulnerables estará determinada por su capacidad para integrar tecnología avanzada, desarrollar protocolos de respuesta ultrarrápida y formar equipos multidisciplinarios que comprendan tanto de mercados como de dinámicas de desinformación digital.Lo que está en juego no es solo la estabilidad de compañías individuales, sino la confianza en el sistema financiero global.

Te puede interesar: Ranking: Las 5 empresas latinoamericanas que dominan Wall Street


Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.

Tags