En el exclusivo universo del lujo, donde la precisión y la estética se entrelazan en una coreografía sin igual, los relojes de alta gama se elevan como símbolos de estilo y obras maestras de artesanía. Entre estos selectos cronómetros, el modelo Perpetual 1908 de Rolex se distingue como una expresión de elegancia intemporal y una evolución audaz del legado de la marca. Clásico, refinado y a la vez decididamente moderno, el Perpetual 1908 encarna la fusión perfecta entre tradición e innovación.
Por otro lado, el Aeternitas Mega de Franck Muller, conocido como el reloj de pulsera más complejo jamás creado, destaca por sus 1,483 componentes y una impresionante variedad de 36 funciones, entre ellas un calendario perpetuo que abarca mil años. Otro ícono del diseño es el Grand Master Chime, junto con el modelo Une Folle Journée, Dune de Trilobe, que aportan un enfoque distintivo y excepcional a la relojería de lujo.
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Cada uno de estos relojes no es simplemente un mecanismo para marcar el tiempo; son auténticas obras de arte, en las que convergen la tradición, la innovación y una meticulosa dedicación al diseño.
El Perpetual 1908 de Rolex es una creación que destaca dentro del catálogo de la firma suiza por su elegante simplicidad y su profundo arraigo en la historia de la relojería. Inspirado en uno de los primeros diseños de la marca, este modelo captura la esencia de lo clásico y lo combina con la precisión contemporánea que caracteriza a Rolex. Su nombre, «1908,» es un tributo al año en el que Hans Wilsdorf, fundador de la compañía, registró la marca Rolex en Suiza, marcando el inicio de una era en la industria relojera.
Este modelo representa esa herencia con una estética que, si bien se mantiene fiel a sus raíces, se adapta al gusto moderno mediante un diseño minimalista y sofisticado.
El Perpetual 1908 destaca no solo por su diseño, sino también por su tecnología de vanguardia. Equipado con el movimiento Calibre 7140, desarrollado internamente por Rolex, el reloj ofrece una precisión extraordinaria y una reserva de marcha superior, lo que garantiza su rendimiento confiable y duradero. Además, la caja Oyster, icónica en Rolex, añade resistencia y durabilidad, protegiendo el delicado mecanismo de su interior.
Con una esfera clara, índices dorados y una caja de tamaño ideal, el Perpetual 1908 está pensado para el entusiasta de los relojes que valora tanto la elegancia como la funcionalidad. Este modelo se convierte en un tributo moderno a los relojes clásicos, uniendo la rica historia de Rolex con la excelencia relojera de hoy.