La controversial serie Los Bridgerton de Netflix, hasta el momento había obtenido múltiples críticas por la forma en que ha tratado los temas de la realeza. Como un gran romance histórico, esta serie se convirtió en la primera colaboración de Shonda Rhimes con Netflix, que prometía ser la historia de debutantes de la clase alta con secretos y su lucha por casarse bien en Regency London
Pese a sus elementos más jugosos, que combinan el sexo, los chismes susurrados, el drama y los eventos inesperados, la serie fue calificada como superficial, hasta ahora.
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Shonda Rhimes ha convertido la serie en la gallina de los huevos de oro de Netflix. Después de confirmar que la serie tendrá al menos cuatro temporadas, la plataforma de streaming anunció que también producirá un ‘spin-off’ sobre la joven reina Carlota antes de que se casara con el rey Jorge III.
«Muchos espectadores no conocían la historia de la reina Carlota antes de que ‘Los Bridgerton’ la presentara al mundo y estoy encantada de que esta nueva serie amplíe aún más ese universo«, ha explicado Bela Bajaria, vicepresidenta de Global TV de la plataforma de streaming.
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Y Bajaria tiene razón. La reina Carlota era una gran desconocida hasta hace apenas seis meses, que los Bridgerton asoman la creación del personaje. De hecho, ni siquiera forma parte de los libros de Julia Quinn, en los que está basada la serie. Algunos historiadores sostienen que fue la primera reina mestiza de Inglaterra, por sus antepasados de origen africano. Puede que con esto Rhimes y Chris Van Dusen, estén buscando la diversidad racial. «Es algo que me llamó la atención y que me hizo preguntarme qué hubiera pasado, qué podría haber hecho ella… ¿Podría la reina haber elevado a otras personas de color en la sociedad y otorgarles títulos, tierras y ducados?», ha explicado Van Dusen.
Nacida en 1744, Sofía Carlota de Mecklenburg-Strelitz, hija de un duque y de una princesa, llegó a Londres desde Alemania con 17 años y sin hablar una palabra de inglés. Se casó con Jorge III solo seis horas después de conocerlo. Aunque fue un matrimonio concertado por razones estratégicas, tuvieron 15 hijos, estuvieron casados por 57 años y tuvieron una relación sólida y afectuosa hasta que la salud mental del rey se deterioró y su primogénito tuvo que asumir la regencia de la corona.
Aficionada a la decoración de interiores y a la botanica (y adicta al tabaco en polvo), decidió trasladar la residencia de la familia real del Palacio de St. James a Buckingham Palace. También mandó a construir Frogmore House, ahora famosa por haber sido la residencia del príncipe Harry y Meghan Markle antes de su exilio californiano. Fue mecenas de diferentes artistas y llegó a contratar al hijo de Johann Sebastian Bach como profesor de música.
El poder de la reina Carlota se concentró en su control sobre la alta sociedad londinense. Más allá de la corte, se relacionó con regularidad con The Blue Stocking Society, un movimiento liderado por mujeres intelectuales de la alta sociedad británica que promovía la educación femenina y la cooperación entre mujeres. Esta acción la puso como la reina ‘feminista’.
Las novelistas Fanny Burney y Elizabeth Harcourt y la filósofa Margaret Cavendish formaban parte de su círculo más cercano. También frecuentó a Elizabeth Montagu, escritora, crítica literaria y líder del movimiento.