Rusia invertirá más de 2,100 millones de dólares para la construcción de hoteles - Revista Mercado
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Rusia invertirá más de 2,100 millones de dólares para la construcción de hoteles

Por | mayo 27, 2025

En un contexto marcado por el aislamiento internacional y la necesidad de fortalecer la economía doméstica, Rusia está redirigiendo sus esfuerzos hacia el turismo interno. El banco estatal Sberbank, uno de los pilares financieros del país, ha anunciado una inversión masiva de más de 2,174 millones de dólares (174.500 millones de rublos) para la construcción de hoteles en regiones clave. Este movimiento forma parte del programa nacional «Turismo y Hotelería», diseñado para estimular el consumo interno y compensar la drástica caída del turismo extranjero tras la invasión de Ucrania en 2022.

El plan no solo busca incrementar la oferta hotelera, sino también reposicionar a Rusia como un destino atractivo para sus propios ciudadanos, aprovechando la riqueza geográfica y cultural de un territorio que abarca desde las playas del mar Negro hasta las montañas de Altái.

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Detalles y distribución geográfica

Los 66 acuerdos firmados entre Sberbank y el Gobierno ruso permitirán la creación de 9,012 nuevas habitaciones en establecimientos de diversas categorías. La distribución geográfica revela una estrategia clara: priorizar regiones con potencial turístico pero infraestructura limitada.

  • Krasnodar, bañada por el mar Negro, concentrará la mayor parte de los recursos, con 2,307 habitaciones. Esta zona, conocida como la «Riviera rusa», ya es un destino vacacional popular, pero carece de capacidad para satisfacer la demanda en temporada alta.

  • Carelia, fronteriza con Finlandia y famosa por sus lagos y bosques, albergará 708 habitaciones, apuntando a un turismo ecológico y de escapadas invernales.

  • Altái, en el sur de Siberia y limítrofe con Kazajistán, sumará 682 habitaciones, enfocadas en atraer a aventureros y amantes del senderismo.

Esta expansión se suma a proyectos anteriores, donde Sberbank financió nueve hoteles de lujo (4 y 5 estrellas) en regiones como Primorie, Tatarstán e Irkutsk, sumando 1,902 habitaciones.

El contexto: Crisis internacional y auge del turismo local

La guerra en Ucrania transformó radicalmente el panorama turístico ruso. Las sanciones occidentales cancelaron la mayoría de las conexiones aéreas, y las restricciones a los visados complicaron los viajes de rusos al exterior. Según datos oficiales, el turismo interno pasó de ser una opción a una necesidad: en 2023, más del 80% de los viajes realizados por ciudadanos rusos fueron dentro del país.

Este escenario generó un círculo virtuoso para el Gobierno. Al reducirse las alternativas internacionales, destinos como Sochi (en Krasnodar) o el lago Baikal experimentaron un récord de visitantes. Sin embargo, la infraestructura existente resultó insuficiente, con hoteles saturados y precios en alza. La inversión de Sberbank busca equilibrar la oferta y la demanda, evitando que el boom turístico se convierta en un colapso logístico.

Más allá del sector hotelero

El programa «Turismo y Hotelería» no se limita a la construcción de alojamientos. Incluye también complejos deportivos, centros de ocio y mejoras en transporte regional, con una proyección que llega hasta 2030. Las metas son ambiciosas:

  • Aumentar de 65 a 140 millones los viajes anuales dentro de Rusia.

  • Elevar la contribución del turismo al PIB nacional del 3% actual al 5%.

  • Generar empleo en zonas periféricas, donde el desarrollo económico es más lento.

Expertos señalan que, si bien el plan es reactivo (nacido de una crisis), su enfoque a largo plazo podría redefinir la economía regional. Por ejemplo, en Altái, la llegada de hoteles podría dinamizar la agricultura local para abastecer a los restaurantes, o impulsar artesanías tradicionales como souvenirs.

Desafíos: Logística, calidad y percepción internacional

A pesar del optimismo oficial, el proyecto enfrenta obstáculos. El primero es la escalada de costos: la salida de cadenas hoteleras internacionales como Marriott o Hilton ha encarecido la gestión de establecimientos de lujo, ahora dependientes de marcas rusas menos consolidadas.

Otro reto es la calidad del servicio. Históricamente, el turismo interno ruso ha sido asociado con estándares inferiores a los europeos. Sberbank intenta revertir esta imagen promoviendo hoteles de alta categoría, pero la falta de mano de obra calificada podría ralentizar el proceso.

Finalmente, está la cuestión geopolítica. Moscú espera que, en el futuro, países aliados (China, India o Emiratos Árabes) reactiven el turismo entrante. No obstante, sin un levantamiento de sanciones, la meta de 140 millones de viajes dependerá casi exclusivamente del mercado doméstico.

Una apuesta con miras al futuro

El éxito del programa dependerá de su capacidad para integrar sostenibilidad (evitando la sobreexplotación de recursos naturales) y diversificación (ofreciendo experiencias beyond playa o nieve). Si logra estos objetivos, el país podría sentar las bases de un modelo turístico resiliente, menos vulnerable a los vaivenes internacionales.

Mientras Occidente cierra puertas, Rusia construye habitaciones. El mensaje es claro: en un mundo fragmentado, la solución está en mirar hacia adentro.

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