Se comienza a hacer evidente que algo ha cambiado y sigue cambiando en el mundo de la publicidad y del marketing con la irrupción del movimiento de igualdad de la mujer. El objetivo es construir socialmente un nuevo modelo femenino que cumpla con los patrones que actualmente están vigentes.
De hecho, en el libro Understanding Media: The Extensions of Man escrito por el Canadiense Marshall McLuhan, expone: «Todos los medios nos afectan completamente. Son tan omnipresentes en nuestra vida personal, política, económica, estética, psicológica, moral, ética y social que no dejan ni una parte de sin tocar… Sin afectar… Sin alterar». Un tesis bastante precisa cuando si medimos el impacto que una simple campaña publicitaria puede tener y esto las marcas lo están explotando al máximo.
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Son muchas las campañas de marketing que empoderan a la mujer, reforzando el mensaje que invita a romper moldes, cambiar los estereotipos y dejar de lado la cosificación de la imagen de la mujer.
Antiguamente se trataba de una imagen femenina ocupando roles inferiores respecto a los hombres. Normalmente, representada en unos ambientes domésticos, como atractivo de belleza para adornar cualquier producto o servicio o simplemente, limitando el potencial de cualquier mujer en aras del mercado.
Es entonces, cuando llega el cambio, que se empieza a acuñar el concepto de Fem-Vertising y empoderamiento de la mujer. Una definición canónica, que hace referencia al modelo que coloca el empoderamiento de la mujer en el núcleo de las tácticas de marketing.
Gracias al auge y la consolidación del Fem-Vertising, tenemos sólidos mensajes de igualdad que recorran el mundo. Estas son algunas de las campañas más impactantes y con mayor índice de ventas de los últimos tiempos:
«Si mostramos nuestras emociones, dicen que montamos un drama. O si queremos jugar contra hombres, estamos locas. Si soñamos con la igualdad de oportunidades, deliramos. Cuando protestamos por algo, estamos desquiciadas. Cuando somos demasiado buenas es porque hay algo que no funciona. Y si nos enfadamos, somos unas histéricas, irracionales o solamente que nos hemos vuelto locas… Así que si quieren llamarte loca, bien. Enséñales lo loca que puedes ser.»
https://youtu.be/litXW91UauE
Hace unos años la marca de productos cosméticos Dove rompió moldes con una de las campañas de marketing que evocan la autoestima femenina. De hecho, fue la primera marca de cosmética global que rompía estereotipos y apostaba por el empoderamiento de las mujeres.
Fue el principio de una línea de actuación en publicidad que les ha llevado a realizar diferentes campañas. En ellas, las modelas que aparecen son mujeres normales y corrientes de todo tipo, tamaño, talla, estatura y condición.
El anuncio en cuestión, ‘Bocetos de Belleza Reales’, Dove juega con una doble visión. Contrata a un retratista que trabaja con la Policía para realizar los típicos retratos-robot. Sientan a mujeres de diversa índole para que vayan autodescribiéndose mientras el artista las pinta.
A continuación, otra persona que ha visto a la mujer retratada en cuestión cuenta cómo es ella, cómo la ve mientras el artista pinta otro retrato robot. El resultado realizado con varias mujeres siempre es el mismo, el retrato robot de la persona que ha visto a la mujer siempre es más bello que el que la propia mujer describe de sí misma.
En esta campaña YouTube anima a las mujeres a encontrar su propia voz.
La campaña se centra en la violencia de género. Busca el empoderamiento de la mujer al destacar que este problema hay que tratarlo desde su mismo origen. Además, apuesta por la educación como único remedio.
También existen otras campañas que refuerza el rol de madre, los sueños de la niñez y aquello de lo que las mujeres pueden ser capaces de lograr:
https://youtu.be/1SwFso7NeuA
