¿Quién podría ser el próximo líder de los 1,300 millones de católicos en el mundo? - Revista Mercado

¿Quién podría ser el próximo líder de los 1,300 millones de católicos en el mundo?

Por | febrero 20, 2025

Jorge Mario Bergoglio, más conocido como el papa Francisco, líder de la Iglesia Católica y figura global de enorme influencia, enfrenta en estos momentos un delicado estado de salud que ha encendido las alarmas en el Vaticano y en la comunidad católica mundial.

A sus 88 años, el pontífice fue hospitalizado recientemente por una bronquitis derivada de una infección polimicrobiológica que evolucionó a una neumonía bilateral. Aunque las fuentes vaticanas aseguran que responde bien al tratamiento y respira de manera autónoma, la preocupación por su condición ha reavivado un tema inevitable: la sucesión papal.

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¿Quién podría ser el próximo líder de los 1,300 millones de católicos en el mundo? 

El protocolo ante la «sede vacante»

En caso de fallecimiento del papa, la Iglesia Católica entra en un período conocido como «sede vacante». Durante este tiempo, el gobierno de la Iglesia recae en el Colegio Cardenalicio, y el cardenal camarlengo, actualmente el estadounidense Kevin Joseph Farrell, asume la administración temporal del Vaticano.

Este proceso está regulado por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (1996), que establece las normas para la elección del nuevo pontífice. Además, el papa Francisco modificó el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que rige los funerales papales, ajustando algunos aspectos ceremoniales.

El cónclave, la reunión de cardenales electores, será el escenario donde se decidirá el futuro de la Iglesia. En este contexto, los nombres de varios cardenales han surgido como posibles sucesores, cada uno con un perfil único que refleja las tensiones entre tradición y modernidad dentro del catolicismo contemporáneo.

Los candidatos: un mosaico de visiones y tradiciones

Cardenal Angelo Bagnasco (Italia, 82 años)
El cardenal Angelo Bagnasco, arzobispo emérito de Génova representa una voz firme y clara en defensa de las tradiciones y doctrinas que han definido al catolicismo durante siglosSe opone a dar la comunión a los divorciados y a la ordenación de mujeres como diáconos. Su apoyo a la misa en latín y al celibato sacerdotal obligatorio lo sitúa en el ala más conservadora de la Iglesia.

En un momento en el que algunos sectores abogan por una mayor apertura hacia temas como la comunión para los divorciados vueltos a casar o la ordenación de mujeres como diáconos, Bagnasco ha mantenido una postura intransigente. Aunque su edad podría ser un obstáculo, su experiencia y firmeza doctrinal lo convierten en un candidato respetado.


Cardenal Matteo Zuppi (Italia, 69 años)
El Cardenal Matteo Zuppi es una célebre defensor de la Iglesia Católica actual. Como arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, su liderazgo y visión tienen un impacto significativo en la iglesia y la sociedad.

Zuppi es conocido por su enfoque progresista y su profunda sensibilidad social. Su cercanía a la Comunidad de Sant’Egidio, una organización reconocida por su trabajo en la mediación de conflictos y su compromiso con los más vulnerables, refleja su compromiso con la justicia y la paz.

Como firme defensor del Concilio Vaticano II y del pluralismo religioso, Zuppi se presenta como un candidato atractivo para aquellos que buscan una Iglesia más inclusiva y moderna. Su preocupación por los pobres y marginados, así como su apertura a los desafíos del mundo contemporáneo, lo posicionan como un posible sucesor del Papa Francisco.


Cardenal Robert Sarah (Guinea, 79 años)
El Cardenal Robert Sarah es una figura destacada dentro del ala tradicionalista de la Iglesia Católica. Nacido en Guinea, en el seno de una familia humilde de padres conversos al catolicismo, Sarah ha emergido como un líder influyente que defiende las tradiciones y enseñanzas de la Iglesia.

Sarah es conocido por su firmeza en la enseñanza moral y su crítica a lo que considera excesos litúrgicos derivados del Concilio Vaticano II. Su postura conservadora ha resonado entre aquellos que buscan preservar las prácticas y doctrinas tradicionales de la Iglesia. Además, su firme oposición al islam ha generado tanto apoyo como controversia, convirtiéndolo en una figura polarizante dentro del panorama religioso.

Aunque su edad podría ser un factor limitante en un futuro cónclave, su influencia y postura firme lo mantienen como un candidato en las discusiones sobre el próximo Papa.


Cardenal Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)
El Cardenal Luis Antonio es una líder prominente dentro del ala progresista de la Iglesia Católica y ha sido considerado un posible sucesor del Papa Francisco desde el cónclave de 2013. Su carisma y sensibilidad hacia los marginados le han ganado un amplio apoyo tanto dentro como fuera de la Iglesia.

Como jesuita y defensor de la justicia social, Tagle ha trabajado incansablemente por los pobres y marginados, en línea con las enseñanzas del Papa Francisco. Su compromiso con los más vulnerables lo ha convertido en una figura muy respetada en todo el mundo.

Sin embargo, su postura en algunas cuestiones morales podría generar reticencias entre los sectores más tradicionales de la Iglesia. A pesar de esto, su liderazgo y su enfoque en la justicia social lo mantienen como un candidato notable en las discusiones sobre el próximo Papa.


Cardenal Malcolm Ranjith (Sri Lanka, 77 años)
Conservador y directo, Ranjith tolera la pena de muerte en casos extremos y aboga por un capitalismo ético. Conocido por su postura conservadora, Ranjith ha expresado su tolerancia hacia la pena de muerte en casos extremos y aboga por un capitalismo ético.

En cuanto a la liturgia, prefiere el Novus Ordo pero no se opone a la misa tradicional, lo que refleja su enfoque equilibrado en este tema. Su firmeza doctrinal y su experiencia en Asia lo convierten en un candidato sólido para el papado, aunque su postura conservadora puede ser polarizante.

Su liderazgo y claridad en temas morales lo han hecho un referente para muchos católicos que buscan mantener las tradiciones de la Iglesia. A pesar de su postura conservadora en algunos temas, su experiencia lo mantienen como un candidato notable en las discusiones sobre el próximo Papa.


Cardenal Pietro Parolin (Italia, 70 años)
Con grandes habilidades diplomáticas, Parolin es visto como un político dentro de la Iglesia. Es conocido por sus destacadas habilidades diplomáticas. Su experiencia en misiones en Nigeria, México y otros países ha sido fundamental para su carrera. Aunque es considerado modernista, su implicación en casos cuestionables de finanzas vaticanas ha ensombrecido su reputación

Parolin se opone a la liturgia tradicional, lo que lo aleja de los sectores más conservadores de la Iglesia. Sin embargo, su capacidad para manejar situaciones complejas y su enfoque pragmático lo convierten en un candidato notable para el papado.


Cardenal Pierbattista Pizzaballa (Italia, 59 años)
Hombre de mundo y partidario del diálogo interreligioso, Pizzaballa ha criticado abiertamente el genocidio israelí. Conocido por su enfoque equilibrado,Pizzaballa se ha destacado por su liderazgo en una región compleja y por su compromiso con la justicia social.

Su juventud relativa y su experiencia en el Medio Oriente lo convierten en un candidato prometedor para aquellos que buscan una Iglesia más abierta y comprometida con el mundo, lo posicionan como una figura relevante en el panorama eclesiástico actual.


Cardenal Péter Erdo (Hungría, 72 años)
El Cardenal Péter Erdo es una figura destacada en la Iglesia Católica y ha sido mencionado como un posible sucesor del Papa Francisco. Proveniente de una familia fervientemente católica, Erdo es conocido por su defensa de la estructura jerárquica de la Iglesia y su oposición al celibato opcional.

Además, apoya el diálogo interreligioso, lo que refleja su apertura a la cooperación y entendimiento entre diferentes religiones. Su firmeza doctrinal y su experiencia como antiguo presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa lo perfilan como un candidato de consenso.


Cardenal Willem Eijk (Países Bajos, 71 años)
Con posiciones ortodoxas, Eijk se opone a la eutanasia, la fecundación in vitro y la bendición de uniones homosexuales. Además, ha sido crítico con la inmigración, lo que refuerza su perfil conservador.

Su postura firme y clara en estos temas lo convierte en un candidato atractivo para los católicos más tradicionales. Aunque su enfoque puede ser polarizante, su liderazgo y compromiso con la doctrina de la Iglesia lo hacen un contendiente notable en las discusiones sobre el próximo Papa.


Cardenal Anders Arborelius (Suecia, 75 años)
Converso del luteranismo, Arborelius es pragmático y ecuménico, aunque se opone a que los no católicos reciban la eucaristía. Como primer cardenal sueco, el cardenal ha dedicado su vida al diálogo interreligioso y la cooperación entre diferentes confesiones.

Aunque mantiene una postura tradicional sobre la eucaristía, su sensibilidad ecológica y su preocupación por los inmigrantes lo alinean con el legado del Papa Francisco. Su enfoque equilibrado y su compromiso con la justicia social lo convierten en un candidato atractivo para aquellos que buscan una Iglesia más abierta y comprometida con los desafíos contemporáneos.


Cardenal Charles Bo (Birmania, 76 años)
Conocido por su postura ortodoxa, Bo ha sido crítico del Partido Comunista Chino, lo que ha generado atención y controversia.

Aunque sus posiciones doctrinales no son ampliamente conocidas, su experiencia en Asia y su firmeza en temas políticos lo convierten en un candidato interesante para una Iglesia que busca expandir su influencia en el continente.  Su liderazgo lo ha posicionado como un referente para muchos católicos que buscan una voz firme en la defensa de sus valores.


 

Cardenal Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años)

Su enfoque moderado y su cercanía al Papa Francisco lo convierten en uno de los candidatos más fuertes para el papado. Aveline es una figura de consensos con una marcada sensibilidad hacia los inmigrantes y exiliados. Ha trabajado incansablemente para hacer de la Iglesia un lugar de acogida en un mundo globalizado, reflejando las líneas maestras del pontificado de Francisco.

Su capacidad para generar consensos y su compromiso con la justicia social lo hacen un candidato atractivo para aquellos que buscan una Iglesia más abierta y comprometida con los desafíos contemporáneos. Su liderazgo y su enfoque en la inclusión y el diálogo lo posicionan como una figura relevante en el panorama eclesiástico actual.

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