Albert Ramdin: Un nuevo rumbo para la OEA bajo el liderazgo caribeño - Revista Mercado

Albert Ramdin: Un nuevo rumbo para la OEA bajo el liderazgo caribeño

Por | marzo 10, 2025

En un momento crucial para la Organización de los Estados Americanos (OEA), el diplomático surinamés Albert Ramdin fue elegido como su nuevo secretario general, marcando un hito histórico al convertirse en el primer representante del Caribe en ocupar este cargo.

Ramdin, de 67 años, sucederá al uruguayo Luis Almagro, cuyo mandato concluirá el 25 de mayo. La elección de Ramdin refleja un cambio generacional y geopolítico dentro de la organización y plantea un desafío significativo para su liderazgo en un contexto regional marcado por tensiones políticas, crisis migratorias y disputas territoriales.

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Un respaldo regional contundente

La elección de Ramdin no fue sorpresiva, dado que era el único candidato en carrera después de que el canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano retirara su postulación. Este último decidió dar un paso al costado luego de que varios países sudamericanos de tendencia izquierdista —Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay— anunciaran su apoyo a Ramdin.

En una declaración conjunta, estos gobiernos destacaron que el surinamés se encuentra en una «posición única para abordar los retos contemporáneos de nuestros países, ofreciendo una perspectiva fresca que refleje las realidades y aspiraciones del Caribe y América en su conjunto».

El respaldo no se limitó a Sudamérica. Costa Rica, Ecuador y República Dominicana también se sumaron al apoyo, consolidando una coalición regional que permitió a Ramdin obtener 22 votos en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA en Washington, superando holgadamente los 18 necesarios para su nombramiento.

Este amplio respaldo subraya la confianza que los Estados miembros depositan en su experiencia y capacidad para mediar en conflictos y promover la integración hemisférica.

Un hito histórico para el Caribe

La elección de Ramdin no solo es un logro personal, sino también un momento histórico para el Caribe. «Esta es la primera vez en la historia de la OEA que un representante del Caribe ha sido elegido secretario general», destacó el gobierno de Surinam en un comunicado. «Es un gran honor para Surinam que nuestro candidato haya sido apoyado por la gran mayoría de los Estados miembros».

Este nombramiento representa un reconocimiento a la creciente influencia de las naciones caribeñas en la política regional, tradicionalmente dominada por potencias más grandes como Estados Unidos, Brasil y México.

Surinam, aunque geográficamente ubicado en Sudamérica, mantiene vínculos más estrechos con la Comunidad del Caribe (CARICOM), lo que convierte a Ramdin en un puente natural entre ambas regiones.

Un perfil diplomático sólido

Albert Ramdin no es un novato en los pasillos de la OEA. Entre 2005 y 2015, se desempeñó como secretario general adjunto durante la gestión del chileno José Miguel Insulza. Durante esa década, Ramdin ganó reputación como un mediador hábil y un defensor de la eficiencia institucional.

Desde 2020, ha ocupado el cargo de canciller de Surinam, donde ha impulsado una agenda centrada en la cooperación regional y el desarrollo sostenible.

Su trayectoria incluye más de 25 años de experiencia en diplomacia multilateral, negociación internacional y asistencia para el desarrollo. Estudió Geografía Social y ha ocupado diversos cargos en organizaciones internacionales, incluyendo las Naciones Unidas y la propia OEA.

Su nombramiento como secretario general adjunto en 2005 fue un reconocimiento temprano a su capacidad para construir consensos en un entorno político complejo.

Los desafíos inmediatos

Ramdin asume el cargo en un momento particularmente delicado para la OEA. Uno de los principales desafíos será gestionar la relación con Venezuela, un país que en 2017 anunció su intención de abandonar la organización pero que sigue siendo un tema central en la agenda regional.

Ramdin ha mostrado una postura conciliadora hacia el gobierno de Nicolás Maduro, abogando por el diálogo como la única vía para resolver la crisis política y económica que atraviesa el país.

En febrero de este año, se reunió con su homólogo venezolano, Yván Gil, para «estrechar lazos», y ha criticado abiertamente las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos.

Sin embargo, su tarea no será fácil. Ramdin también ha expresado su apoyo a Guyana en la disputa territorial con Venezuela por la región del Esequibo, rica en recursos naturales como petróleo, gas y minerales. Este conflicto, que actualmente está siendo evaluado por la Corte Internacional de Justicia, podría tensionar aún más las relaciones entre la OEA y el gobierno de Maduro.

Además, el nuevo secretario general deberá navegar las complejas dinámicas de poder dentro de la organización, especialmente en lo que respecta a la influencia de Estados Unidos, su principal donante. La administración de Donald Trump ha mostrado un desinterés creciente hacia los organismos multilaterales, lo que podría afectar el financiamiento y la relevancia de la OEA en el escenario global.

Una agenda amplia y urgente

Más allá de Venezuela, Ramdin enfrenta una serie de desafíos urgentes que requieren atención inmediata. La crisis migratoria en Centroamérica, el aumento de la violencia armada en el Caribe y los efectos del cambio climático en las naciones insulares son solo algunos de los temas que demandarán soluciones concretas.

En particular, Ramdin ha destacado la necesidad de brindar un mayor apoyo a Haití, un país sumido en una crisis política y humanitaria agravada por la presencia de bandas armadas y una ayuda internacional limitada.

Su enfoque en la eficiencia institucional también será clave. Durante su campaña, Ramdin enfatizó la importancia de modernizar la OEA para que pueda responder de manera más efectiva a las necesidades de sus miembros, especialmente las naciones más pequeñas y vulnerables. «Todos los países deben tener la misma oportunidad de hablar, influir y contribuir», declaró en una ocasión, subrayando su compromiso con la inclusión y la diversidad.

Un cambio de rumbo en la OEA

La elección de Ramdin podría marcar un giro significativo en la orientación política de la OEA. A diferencia de su predecesor, Luis Almagro, quien fue criticado por su alineación con Washington, Ramdin representa una postura más equilibrada y menos ideológica.

Su afinidad con China, un actor cada vez más influyente en América Latina, también sugiere que la OEA podría adoptar un enfoque más pluralista bajo su liderazgo.

En un momento en que la región enfrenta desafíos sin precedentes, la elección de Albert Ramdin ofrece una oportunidad para revitalizar la OEA y fortalecer su papel como foro de diálogo y cooperación. Su capacidad para construir consensos y su profundo conocimiento de las realidades regionales serán activos invaluables en los próximos años. Sin embargo, el éxito de su gestión dependerá de su habilidad para navegar las complejidades políticas y económicas de una región en constante transformación.

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