Todos somos conscientes de que, para lograr una colaboración efectiva con gerentes y miembros del equipo, necesitamos una comunicación clara. Sin embargo, es a menudo una de las habilidades más difíciles de dominar para alguien nuevo en la fuerza laboral.
¿Por qué? Porque muchos tendemos a asumir que otras personas ven y experimentan las cosas de la misma manera que nosotros.
Para ir más allá de nuestras suposiciones y estar en sintonía con nuestros colegas, debemos desarrollar nuestra capacidad de hacer que nuestros pensamientos y suposiciones sean más visibles para la persona con la que estamos hablando. También debemos buscar oportunidades para aprender más sobre sus pensamientos y suposiciones. Puede que hayas oído hablar de esta habilidad antes; se llama «leer la habitación» y es un superpoder de comunicación.
A continuación, se presentan tres prácticas que te permitirán “leer mejor la habitación”.
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En cualquier conversación, habrá dos hilos paralelos sucediendo simultáneamente:
Cuando conversamos con otros, tendemos a enfocarnos en el qué. Pero para tener conversaciones más efectivas sobre cualquier tema, el primer paso a dar es comprometerse a centrarse en el cómo.
Gestión de equipos: El poder de la «comunicación amable»
Una vez hayas dado un paso atrás para considerar la dinámica de una conversación, puedes crear una «pausa» haciendo una observación neutral en voz alta. Esta es una forma de ralentizar la interacción y crear más espacio para que todos estén en sintonía.
En su libro, “Reading the Room”, David Kantor llama a esto “actitud”, una forma efectiva de comenzar a sacar a la superficie algunas de las realidades invisibles que están afectando tu conversación.
Ahora que te estás concentrando en la dinámica de la conversación desde un lugar de apertura, en lugar de suposición, estás en una mejor posición para comprender lo que está sucediendo tanto para ti como para los demás participantes. Puedes sacar a la superficie activamente las realidades invisibles de la otra persona si muestras curiosidad y haces que tu invitación (siguiendo tu actitud) sea aún más específica.
Considera estos diferentes escenarios:
En cada uno de estos ejemplos, sentir curiosidad por sus observaciones abre la conversación a un espacio de aprendizaje.
En conversaciones con otras personas, es fácil sentirse incomprendido. También es fácil malinterpretarlo. Al prestar atención a cómo se produce la comunicación, puedes hacer que lo invisible sea más visible. Esto conducirá a conversaciones más productivas, con menos culpas, confusión, frustración y antagonismo.
Pautas de comunicación interna: Cómo ser directo sin llegar a ser grosero
De Harvard Business Review, por Marsha Acker
(Marsha Acker, CPF, CPCC, PCC, es autora de «Build Your Model for Leading Change: A Guided Workbook to Catalyze Clarity and Confidence in Leading Yourself and Others»).
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