Liderazgo enfocado en el largo plazo: perspectivas para construirlo

Al asumir un nuevo rol de liderazgo, es natural centrarse en los desafíos inmediatos y en las estrategias para superarlos y lograr una transición exitosa. Sin embargo, es esencial complementar esta planificación del “ahora hacia adelante” con el “futuro hacia atrás”, pensando en el destino deseado y lo que se necesitará para llegar allí.

Esto significa imaginar lo que quieres lograr en el nuevo rol para, desde ese enfoque, trabajar hacia atrás y trazar el camino por el que llegarás allí. Al hacerlo, puedes dar forma a tus primeras acciones con las que sentar las bases para el éxito a largo plazo.

Dos preguntas para basar las estrategias de liderazgo

El punto de partida es participar en la “planificación de la era”. Tu era es la duración anticipada de tiempo que calculas que estarás en la nueva posición. Por supuesto, puedes terminar quedándote más tiempo o irte antes, pero intenta hacer una estimación aproximada de cuándo habrás logrado lo suficiente como para «terminar».

Desde este enfoque, deberás hacerte dos preguntas clave: «Al concluir este trabajo, ¿qué será verdad?, y,¿qué será posible?”

¿Qué será verdad? Visualizar tu legado

La primera pregunta, «¿qué será verdad?», te impulsa a describir el legado que aspiras a crear y la historia que contarás sobre tus logros. Concéntrate en aquello por lo que quieres ser recordado en tu nueva posición, y en lo que deseas que tu equipo y tus compañeros digan sobre tu liderazgo.

Biblioteca de Mercado: Liderazgo empresarial responsable

Considera áreas clave como:

• Resultados de rendimiento: ¿Cuáles son los resultados tangibles que lograrás, por ejemplo, en términos de aumento de la productividad o rentabilidad?
• Transformación organizacional: ¿Cómo remodelarás el equipo y su cultura?
• Innovación: ¿Qué harás para fomentar la creatividad y desarrollar nuevas áreas de crecimiento?
• Desarrollo de talento: ¿Cómo contratarás y capacitarás a las personas para llevar a la organización hacia el futuro?

Convierte esos retos en una narración personal escrita y concisa. Luego, piensa en lo que necesitas hacer, desde este momento, para hacer realidad ese legado.

Creando posibilidades futuras

La segunda pregunta, «¿qué será posible?», te alienta a visualizar futuros más allá de tu función actual y a elaborar estrategias sobre los pasos que tomarás para convertirlos en opciones viables.

Este proceso implica identificar múltiples caminos potenciales a seguir, además de señalar las habilidades que necesitarás adquirir y las conexiones que deberás establecer en el transcurso de esta era para hacer que esas opciones sean viables.

Al explorar diferentes escenarios y planificar activamente tu desarrollo, estarás mejor equipado para adaptarte y aprovechar las oportunidades emergentes.

Sigue estos pasos:

• Crea una lista de posibles futuros, considerando los próximos pasos lógicos en tu organización y tu industria.
• Evalúa si hay brechas de habilidades que necesites cerrar para lograr algunos o todos esos futuros, reflexionando sobre tus fortalezas existentes y áreas de mejora.
• Identifica los puentes, los pasos y las conexiones que te permitirían hacer la transición de tu rol actual a las opciones futuras deseadas. Estos pueden incluir el expandir tu red profesional, profundizar tu conocimiento de la industria o participar en “actividades secundarias estratégicas”, como enseñar o trabajar en juntas directivas.
• Desarrolla un plan sobre cómo adquirirás las habilidades y construirás los puentes para hacer que los futuros potenciales que has identificado sean opciones realistas, estableciendo objetivos específicos y responsabilizándote de alcanzarlos.

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De Harvard Business School, por Micheal D. Watkins

(Michael D. Watkins es profesor en la IMD Business School)

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