Los gastos hormiga son la definición coloquial que le damos a los pequeños consumos que parecen imperceptibles al bolsillo debido al bajo valor de sus transacciones, pero que sumados alcanzan cifras importantes que comprometen el balance de nuestras finanzas.
Es como cuando voy al cajero automático para sacar RD$3,000 el lunes, para preguntarme el viernes cómo se han evaporado esos tres billetes ilustrados con el Palacio Nacional de un lado y el Alcázar de Colón por otro lado. No da trabajo recordar que los cafecitos, los viajes extra al supermercado, el postre, la cervecita y hasta la entrada al cine, en suma con los consumos de combustible que no nos explicamos, hacen mella poco a poco en un bolsillo con algunas limitaciones.
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¿Pero es que no podemos gastar? Claro que podemos consumir, no obstante, lo que ocurre con los gastos hormiga es que pasan por debajo del radar de nuestro control financiero básico (sobre todo si no tenemos presupuesto) y son, en muchos casos, la razón por la que algunos no llegamos a la quincena con un solo peso.
Hablemos tú y yo sobre estos pequeños devoradores de nuestros bolsillo, en especial ahora que llega el fin de semana, los días donde mayores oportunidades hay para caer en los gastos hormiga.
Sé que quizás me lea alguien que pertenece a nuestro top 1 % de nuestro escalafón socio-económico, si ese eres tú, te invito a seguir leyendo otros contenidos interesantes publicados en esta web; pero si eres como yo, parte del 99 % que tiene sus limitaciones, quédate conmigo y aprendamos cuatro tips con los que podemos manejar estos pequeños consumos.
Ya sea que tengas presupuesto o no, apuntar cada pequeño gasto te ayudará a tener una cosmovisión personal del dinero que sale de tu bolsillo en este fin de semana.
Parece fácil, ahora bien, requiere de disciplina plasmar en una APP móvil (o libreta, si te sientes más cómodo) cada salida de efectivo o pago con tarjeta que hacemos, debido a que requiere de enfoque y nos confronta acerca de que tal vez nos excedemos en cuando a nuestras posibilidades reales.
Te lo aseguro, la disposición inquebrantable a anotar todo disminuirá tu nivel de gastos.
Si pones atención, te darás cuenta que lo que te gusta hacer o comprar puede ser más barato en otro lado, sin que eso comprometa tu experiencia consumidora. Utiliza las redes sociales para monitorear el día en el que ofrecen dos por uno, más por menos, o lo mismo a más bajo precio.
Obvio, aprovechar las ofertas requiere el conocimiento de los precios habituales de los productos o servicios ofertados, aún tenemos que mejorar en el tema de la publicidad verdadera.
A veces quieres salir de tu casa por unas horas sin intención de comer o tomar nada. Si es así, consejo: tómate el café, cómete el postre o prueba el bocadillo en tu propio hogar, de modo que cuando salgas no tengas ganas de gastar el dinero que no querías desembolsar de todos modos.
Tu valor como persona no depende de lo que consumes. Si tienes el deseo de hacer ese gasto, aunque sea pequeño, solo por quedar bien con quienes te acompañan en el momento, te invito a que respires y pienses: ninguno de estos me prestará o me regalará nada si me quedo corto en la quincena. Si a esos amigos debes exhibirles poder adquisitivo para que te valoren, puede que sea tiempo de conseguir otros amigos.
Te pasaste toda la semana trabajando duro para descansar en el fin de semana: disfruta. Por otro lado, te mereces unas finanzas sanas que te permitan caminar con cierta holgura. Gasta con libertad, pero con consciencia.
Por: Carlos Arturo Guisarre