En enero de 2017, Hilary Sheinbaum tomó una decisión que cambiaría su vida: pasar un mes sin beber alcohol. Lo que empezó como una simple apuesta con una amiga, pronto se convirtió en una revolución personal. Al finalizar el primer mes, Sheinbaum no solo se sentía más enérgica y clara mentalmente. También su piel brillaba, y sus noches de sueño eran inmejorables. Fue entonces cuando decidió que evitar el alcohol sería una nueva forma de vida.
Hoy, Hilary Sheinbaum es una reconocida escritora y autora del libro The Dry Challenge (2020), en el que promueve el concepto de «curiosidad por la sobriedad». Una tendencia que cada vez gana más adeptos, especialmente entre los millennials y la generación Z. En un mundo donde hasta el 41% de los estadounidenses buscan reducir su consumo de alcohol, Sheinbaum ha liderado un cambio cultural hacia una vida más saludable y consciente.
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A pesar de los avances del movimiento sin alcohol en el día a día, Sheinbaum detectó que los viajes seguían siendo un área donde el consumo de alcohol dominaba. Desde los aeropuertos hasta los resorts, las bebidas alcohólicas estaban omnipresentes, mientras que las opciones sin alcohol eran limitadas. «La gente busca sentirse bien y revitalizada durante sus vacaciones, no quieren lidiar con resacas o perder claridad mental», señala Sheinbaum. «El alcohol puede interferir con esa experiencia».
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Consciente de este vacío en el mercado, Sheinbaum lanzó su empresa de consultoría GoingDry.co, dedicada a guiar a hoteles, aerolíneas y otros actores del turismo en la creación de menús y experiencias sin alcohol. «Los viajeros necesitan opciones sofisticadas, como vinos o cócteles sin alcohol, que complementen su experiencia», comenta Sheinbaum.
En colaboración con marcas como Fairmont, Four Seasons y Alaska Airlines, ha transformado la manera en que los viajeros experimentan el «viaje sin alcohol». Eliminando las resacas y maximizando el disfrute.
Gracias a su labor, Sheinbaum ha expandido el alcance del movimiento «sober curious», demostrando que las opciones sin alcohol no son solo una tendencia pasajera, sino una revolución de estilo de vida. «El viaje sin alcohol no se trata de privaciones», afirma Sheinbaum. «Es una oportunidad para vivir y viajar con una nueva perspectiva, una perspectiva sobria».
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Hilary Sheinbaum ha demostrado que vivir sin alcohol es más que una moda. Se trata de una transformación en la manera en que las personas experimentan el mundo. Desde una apuesta casual hasta la creación de un movimiento global, su visión ha influido no solo en quienes buscan reducir su consumo de alcohol, sino también en la industria del turismo, donde la oferta sin alcohol ya es una realidad.
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