Lo inesperado rodea a Elon Musk. El magnate y sus empresas son una fuente inagotable de movimientos abruptos, a veces extravagantes. Pero incluso bajo esa premisa, teniendo en claro que casi nada puede sorprender en el Muskiverso, la noticia de la marcha del CFO de Tesla, Nick Kirkhorn, ha conmocionado a propios y extraños.
Los motivos de su decisión, confirmada por la propia compañía de autos eléctricos, son un misterio para la esfera pública.
Tesla anunció ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos que Kirkhorn renunció el pasado viernes. Eso sí, permanecerá en su cargo hasta finales de año, para garantizar una transición adecuada. El actual director de contabilidad, Vaibhav Taneja, asumirá el relevo, aumentando sus responsabilidades.
Kikrhorn se despidió en un mensaje publicado en la red social LinkedIn. «Ser parte de esta compañía es una experiencia especial y estoy muy orgulloso del trabajo que hemos hecho desde que fui contratado hace 13 años», afirmó, además de agradecer a Elon Musk por su «optimismo y liderazgo, que ha inspirado a tanta gente».
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Es el epílogo de uno de los hombres de máxima confianza de Elon Musk, hasta el punto de que el magnate lo definió como su «consejero de la moneda» en la web de Tesla en marzo de 2021.
Lo que podría parecer una simpática referencia a la serie «Game of Thrones» respondía, para muchos, a la intención de la compañía a redoblar su apuesta por las criptomonedas. De hecho, meses antes, la empresa invirtió US$1.5 mil millones en bitcoin, de la mano del propio Kirkhorn.
Anécdotas o estrategias aparte, Kirkhorn ha sido el ejecutivo fuerte de Tesla en la parcela financiera durante los últimos cuatro años. Nacido en 1984, su perfil recoge una alta formación tanto en el campo de los números como en el aspecto técnico.
Según detalla en su página de LinkedIn, entre 2002 y 2006 estudió Económicas en The Wharton School (Philadelphia) e Ingeniería Mecánica en la Universidad de Pennsylvania. Posteriormente, realizó un MBA (Master of Business Administration) en la Escuela de Negocios de Harvard. Por aquel entonces (2011-2013), el futuro CFO ya formaba parte de Tesla.
Antes de llegar a Tesla, Kirkhorn comenzó su carrera en dos grandes ecompañías. Fue pasante de Microsoft y en 2007, comenzó una etapa de casi 3 años como analista de negocio en McKinsey & Company.
Tres años después, Kirkhorn fichó por Tesla. Desdde entonces, salvo un paréntesis entre 2011 y 2013 por sus estudios, el ejecutivo ha ocupado cargos en el área financiera. Pasó de gestor sénior (2013-2014) a director (2014-2017). Posteriormente ascendió a director sénior y en diciembre de 2018 fue nombrado vicepresidente financiero.
En marzo de 2019, Musk confirmó su total confianza en Kirkhorn, convirtiéndolo en el CFO de Tesla.
«Es increíblemente talentoso», definió el magnate. Una cualidad a la que se une su máxima discreción. Pese a su enorme responsabilidad, Kirkhorn pasa de puntillas, alejado de titulares y fotografías. «Nunca oí hablar de Kirkhorn», afirmó, en una frase significativa, David Whiston, analista de Morningstar.
Según datos de Wallmine, al calor de su prudencia, Kirkhorn es el ejecutivo de Tesla que más gana, US$21.4 millones. Además, posee casi 17 mil acciones de la compañía. En total, su valor neto ascendería a US$83.1 millones.
Una posición de fuerza que ha decidido, de forma sorprendente, abandonar.
Vaibhav Taneja, añadirá a su rol de director de contabilidad el de CFO de Tesla. Si Kirkhorn es una figura aplaudida, su sucesor es prácticamente un desconocido fuera de las oficinas de Tesla. Formado en Comercio por la Universidad de Dehli, trabajó 17 años en PwC, firma de contabilidad que trabaja con la compañía de autos.
En 2016 entró a formar parte de SolarCity y ya en 2017, cuando Tesla compró la empresa por US$2,600 millones, entró en el universo Musk. En marzo de 2019 fue nombrado director de contabilidad de la empresa de autos más valiosa del planeta.
Los números de Tesla estarán completamente en sus manos desde el inicio de 2024.
Borja Santamaría
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