Brad Pitt y Angelina Jolie: batalla judicial por su negocio de vinos

Trago amargo para Brad Pitt y Angelina Jolie. La batalla judicial entre ambos está abierta. El motivo se encuentra en tierras francesas, concretamente en el Château Miraval, donde ambos compartían un negocio de vinos. El actor ha demandado a la actriz por dañar la reputación de dicho negocio, al vender su parte a un «extraño» sin su consentimiento. Es el último capítulo de un conflicto que viene de lejos.

Fue en 2008 cuando la entonces pareja adquirió la finca por US$53 millones. El complejo incluía el castillo de 35 habitaciones y un terreno de 500 hectáreas, con un viñedo. Un enclave, situado en la Provenza francesa, en el que la pareja se casó en 2014 y donde pasaron sus vacaciones familiares en diversas ocasiones. Además, impulsaron la bodega Miraval, una de las productoras de rosado con más nombre en el panorama internacional.

La pareja anunció su ruptura sentimental en 2016 y sacaron a la venta el complejo, por un precio de US$55 millones. En septiembre de 2021, la actriz encontró un comprador, pero no puedo cerrar la operación entonces.

Jolie acusó a Pitt de estar bloqueando la venta, y solicitó a la justicia que levantara la orden que impedía a una de las partes tomar decisiones financieras que afectaran a la otra durante el proceso de separación.

Un multimillonario ruso con «tácticas comerciales despiadadas»

Ahora es Pitt el que ha recurrido al Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, según desveló la revista People. Jolie vendió su parte en febrero, y el actor la acusa de intentar «causarle daño» intencionadamente.

Pitt defiende en el escrito presentado por su equipo legal que la bodega de vinos se ha convertido «en un negocio global multimillonario y una de los productoras de rosado más respetadas del mundo», un proceso en el que acusa a Jolie de «no contribuir en nada».

El actor apunta a que la venta ha sido diseñada para dañar la reputación del negocio. El comprador sería otra empresa vinícola, Tenute del Mondo, que forma parte del grupo Stoli. El propietario es un multimillonario ruso, Yuri Shefler.

Según señalan desde la parte de Pitt, el objetivo del comprador sería «tomar el control de Miraval», además de conseguir «información confidencial y patentada en beneficio de su empresa competidora». Definen a Shefler como un hombre con «tácticas comerciales despiadadas y asociaciones profesionales dudosas» que pueden dañar la reputación de la marca.

«Jolie ha tratado de obligar a Pitt a asociarse con un extraño y, peor aún, un extraño con asociaciones e intenciones venenosas«, apuntan. Por ello, el actor pide que se anule la venta, además de una indemnización que no ha sido desvelada. (Redacción Revista Mercado)

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