Las llegadas de turistas internacionales se redujeron en un 65% durante la primera mitad del año, según los últimos datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), lo que muestra la repercusión del COVID-19 en el sector.
Según el nuevo número del Barómetro del Turismo Mundial de la OMT, las llegadas de turistas internacionales cayeron un 93% en junio en comparación con 2019.
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Indica que ese desplome fue causado por el cierre de las fronteras en todo el mundo y la introducción de restricciones de viaje como respuesta a la pandemia.
La OMT dijo que a principios de septiembre, el 53% de los destinos han aligerado las restricciones de viaje. No obstante, muchos gobiernos se mantienen cautelosos, y este último informe muestra que los confinamientos impuestos durante la primera mitad del año han tenido un impacto demoledor en el turismo internacional.
Según la OMT, el desplome de la demanda de viajes internacionales en el periodo enero-junio de 2020 se traduce en una pérdida de 440 millones de llegadas internacionales y de alrededor de 460,000 millones de dólares de los EE.UU. en ingresos de exportación procedentes del turismo internacional. Las pérdidas en ingresos por turismo internacional multiplican por cinco las registradas en la crisis económica y financiera global de 2009.
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, afirmó que “El último Barómetro del Turismo Mundial muestra el profundo impacto que esta pandemia está teniendo en el turismo, un sector del que dependen millones de personas para ganarse la vida. Sin embargo, en muchos lugares del mundo es posible hacer viajes internacionales de manera responsable y segura, y es imprescindible que los Gobiernos colaboren estrechamente con el sector privado para lograr que el turismo mundial se ponga en marcha de nuevo. La acción coordinada es clave”.
Asegura que a pesar de la reapertura gradual de numerosos destinos desde la segunda mitad de mayo, la mejora anticipada de las cifras de turistas internacionales durante la temporada alta del verano en el hemisferio Norte no se materializó.
Europa fue la segunda región del mundo más afectada, con un descenso del 66% del número de llegadas de turistas en la primera mitad de 2020. Las Américas (-55%), África y Oriente Medio (ambas -57%) sufrieron también. No obstante, Asia y el Pacífico, la primera región que sintió el impacto de la COVID-19 en el turismo, fue la más duramente golpeada, con una caída del 72% de los turistas en el semestre.
A escala subregional, el Noreste Asiático (-83%) y la Europa Meridional Mediterránea (-72%) sufrieron las peores caídas. Todas las regiones y subregiones del mundo registraron descensos de más del 50% en las llegadas en el periodo enero-junio de 2020. La contracción de la demanda internacional se refleja también en una reducción de dos dígitos del gasto del turismo internacional en los grandes mercados. Los principales mercados emisores, como los Estados Unidos y China, siguieron paralizados, aunque algunos mercados como Francia y Alemania han mostrado cierta mejoría en junio.
En cuanto al futuro, parece probable que la demanda de viajes y la confianza de los consumidores seguirán siendo bajas e incidirán en los resultados durante el resto del año.