Elon Musk pronostica una revolución en la industria de autos. Los fabricantes chinos ganan fuerza y el CEO de Tesla cree que no sólo dominarán el mercado dentro de sus fronteras. De no mediar barreras comerciales, el magnate anticipa que arrasarán con gran parte la competencia internacional.
«Las chinas son las compañías de autos más competitivas del mundo», explica Musk, en declaraciones recogidas por CNBC. «Por eso pienso que tendrán un éxito significativo fuera de China dependiendo de los acuerdos y las barreras comerciales que se establezcan».
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El magnate fue un paso más allá. «Siendo francos, si no se establecen barreras comerciales, demolerán a muchas de las compañías del resto del mundo».
China es, desde hace tiempo, uno de los grandes focos de atención de Elon Musk. El mercado del gigante asiático se le resiste.
La guerra de precios desatada por Tesla durante 2023 en el país permitió a la compañía aumentar sus ventas. Así, su cuota de mercado pasó del 10 % en 2022 al 12 % en 2023.
Sin embargo, BYD avanza como sólido enemigo, y ya acumula dos años seguidos produciendo más carros que Tesla (aunque en su caso se incluyen híbridos, no solo 100 % eléctricos). Además un notable número de fabricantes crece en el ecosistema eléctrico chino.
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La vía para que esos fabricantes desplieguensu red fuera de las fronteras chinas no está tan clara por el momento. En Europa, por ejemplo, fabricantes como Nio o Xpeng ya están comercializando sus vehículos, además de BYD. Sin embargo, la Comisión Europea investiga desde hace meses los subsidios concedidos a estas compañías.
Dependiendo de las conclusiones acerca de si esas ayudas afectan directamente a la competencia y a las empresas europeas, la institución podría decretar algún tipo de tarifa extra. Los fabricantes tradicionales del continente, que luchan por posicionarse en el sector eléctrico, esperan acontecimientos.
Precisamente esos subsidios impulsan una de las claves que hace fuertes a las compañías chinas, su capacidad para ofrecer precios bajos. Además, se suma el hecho de que mantienen sus cadenas de suministros bajo control en términos geográficos, lo que aporta enorme estabilidad y reduce el impacto de posibles conflictos geopolíticos o ambientales.
En este escenario, Musk no ve grandes posibilidades de asociarse con algún fabricante del gigante asiático para aumentar su presencia en China.
Las declaraciones de Musk llegan en un contexto delicado para Tesla. La compañía presentó sus previsiones de crecimiento para 2024 y la reacción de los inversores fue contundente. Las acciones de la empresa cayeron más de un 8 %.
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La compañía reconoce que el crecimiento en el volumen de vehículos será «notablemente inferior» al registrado en 2023, cuando Tesla apostó por reducir precios y, como consecuencia, sus márgenes de beneficios cayeron. El año pasado, la compañía entregó 1.8 millones de autos.
Tesla trató de calmar a los inversores afirmando que s encuentran entre «dos olas de crecimiento», pero la declaración no pareció surtir efecto.
Tampoco ayudaron a apaciguar los ánimos los resultados del último trimestre, en el que los ingresos de Tesla apenas crecieron un 1 % interanual, hasta los US$21.6 mil millones.
En lo que va de 2024, las acciones de la compañía, actualmente valorada en US$660.7 mil millones, ya han caído un 16.4 %. Mientras, la sombra de la competencia china sigue creciendo.
Borja Santamaría
Las ‘joyas’ de Elon Musk. Cuántas empresas tiene y cuánto valen
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