Luis Emilio Velutini y la reinvención del lujo en RD 

Cuando Luis Emilio Velutini llegó a República Dominicana hace 17 años, buscaba más que un refugio frente a la crisis económica de su natal Venezuela. Veía en el país un terreno fértil, con un gran potencial urbano y comercial aún por explorar.

La mayoría de los inversionistas internacionales de alto perfil miraban hacia otros destinos del Caribe. Él, en cambio, apostó por una nación que, según su experiencia, estaba lista para dar el salto hacia una nueva era de desarrollo.

Su visión no tardó en materializarse. Lo que para muchos era un riesgo, para él representaba una oportunidad: introducir en el mercado dominicano un modelo de lujo inmobiliario que elevara los estándares internacionales.

Velutini no solo quería construir edificios; su misión era transformar ciudades, cambiar hábitos de consumo y redefinir la experiencia de vivir y disfrutar los espacios urbanos.

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Un nuevo concepto de lujo 

El primer gran paso fue BlueMall Santo Domingo, un centro comercial que rompió esquemas. Más que un espacio para compras, era un destino de experiencias. Con la incorporación de marcas internacionales como Louis Vuitton, Tiffany & Co., Dolce & Gabbana y Saint Laurent, Luis Velutini logró algo que hasta entonces parecía improbable: que los dominicanos adquirieran productos de lujo sin tener que viajar a Nueva York, Miami o París. 

El modelo de negocio también fue innovador. Inspirado en prácticas internacionales, apostó por el alquiler de locales con participación en ventas, complementado con un sistema de monitoreo centralizado que registraba cada transacción. Este enfoque ofrecía seguridad y transparencia a las marcas, a la vez que garantizaba rentabilidad y una gestión eficiente. 

Pero Velutini no se detuvo ahí. En 2014 inauguró el JW Marriott Santo Domingo, el primer hotel de lujo de la cadena construido sobre un centro comercial. La propuesta unió hospitalidad y comercio en un solo espacio, convirtiendo a la capital dominicana en un destino atractivo para turismo de alto nivel y viajes de negocios. Fue un movimiento que redefinió el concepto de hospitalidad urbana en el país. 

Filosofía empresarial

Luis Emilio Velutini siempre defendió que la rentabilidad no está reñida con la visión a largo plazo ni con la responsabilidad social. Su filosofía se resume en tres pilares: 

• Rentabilidad con visión global: cada proyecto debía ser financieramente sólido y atractivo para inversionistas nacionales e internacionales. 

• Innovación constante: desde el diseño arquitectónico hasta los modelos de operación, buscó implementar soluciones inéditas en el país. 

• Compromiso con la sostenibilidad y la comunidad: no se trataba solo de levantar infraestructuras, sino de generar un impacto positivo en el entorno. 

Esta fórmula se evidenció en proyectos posteriores como BlueMall Puntacana, desarrollado junto al Grupo Puntacana; los complejos residenciales Jardines y Ciudad Jardines en Bávaro, que democratizaron el acceso a viviendas de calidad; y la iniciativa Bergantín en Puerto Plata, orientada a la integración comercial-residencial con criterios de sostenibilidad. 

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Un impacto que trasciende lo inmobiliario 

Su legado no se limita a torres, hoteles o centros comerciales. La Fundación Velutini, dirigida por su hija Emiliana, ha cambiado vidas a través de la realización de 18 trasplantes renales infantiles en República Dominicana. La causa tiene un significado personal: varios miembros de su familia padecen esta condición, lo que impulsó a Velutini a dedicar parte de su fortuna y su influencia a mejorar la salud infantil en el país. 

En cada entrevista, el empresario insistió en que su éxito radica en la perseverancia y en no temer a los desafíos. Frases como “La perseverancia es clave, hay que hacer las cosas sin miedo” y “Sin prisa, pero sin pausa” no son simples máximas; reflejan un método de trabajo riguroso, donde cada decisión se calcula pero sin perder la capacidad de adaptarse al cambio. 

De visionario a referente 

Hoy, el nombre de Luis Emilio Velutini está ligado a proyectos que han transformado el paisaje urbano dominicano y elevado su perfil internacional. Desde su debut en el país con BlueMall Santo Domingo hasta sus últimas inversiones, Velutini demostró que la visión, cuando se acompaña de ejecución impecable y valores claros, puede transformar no solo un sector, sino la percepción de todo un país ante el mundo. 

Su historia es la de un hombre que, frente a la adversidad, encontró un nuevo escenario para desplegar su talento y dejó claro que el lujo, más que un producto, es una forma de hacer las cosas con excelencia.

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