Jared Isaacman, un multimillonario estadounidense de 41 años, ha hecho historia al convertirse en la primera persona en realizar una caminata espacial privada, un logro sin precedentes en la exploración espacial. Durante esta misión, Isaacman abrió la escotilla de la cápsula Dragon, mientras una cámara corporal documentaba su ascenso a través de la estrecha abertura hacia el vasto vacío del espacio, con la Tierra como un impresionante telón de fondo.
Este evento representa un avance tecnológico significativo y marca un nuevo capítulo en la participación del sector privado en actividades que anteriormente estaban reservadas exclusivamente para astronautas profesionales.
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Jared Isaacman, quien es el financiador de la misión Polaris Dawn, llevó a cabo esta aventura junto a tres compañeros a bordo de la nave espacial Crew Dragon, desarrollada por la empresa privada SpaceX.
Con un patrimonio neto estimado en 1,900 millones de dólares, Isaacman acumuló su fortuna a través de Shift4 Payments, una empresa de procesamiento de pagos que fundó en 1999 a la edad de 16 años. Desde joven, ha tenido una profunda pasión por la aeronáutica; en 2004, comenzó a tomar clases de pilotaje y posteriormente estableció un récord mundial al circunnavegar el planeta en un avión ligero. Polaris Dawn no es su primera incursión en el espacio.
En 2021, Isaacman financió y lideró el primer equipo civil privado que orbitó la Tierra. Esta tripulación, conocida como Inspiration4, despegó en una cápsula SpaceX desde Florida y pasó tres días en el espacio antes de aterrizar con éxito en el océano Atlántico. Según la revista Time, Isaacman pagó 200 millones de dólares al multimillonario Elon Musk por los cuatro asientos en la nave de SpaceX.
La caminata espacial es una de las actividades más peligrosas que un ser humano puede realizar en órbita. Implica la exposición directa al vacío espacial, donde la falta de atmósfera y la radiación representan riesgos significativos. Esta misión privada, conocida como Polaris Dawn, fue considerada de alto riesgo por varias razones, entre ellas, el uso de una cápsula sin esclusa de aire de seguridad y la prueba de nuevos trajes espaciales más ligeros que los voluminosos utilizados tradicionalmente por la NASA.
Isaacman fue el primero en salir de la cápsula, uniéndose a un selecto grupo de caminantes espaciales que, hasta ese momento, solo incluía a astronautas profesionales. Las imágenes transmitidas desde la cápsula mostraron su ascenso a través de la estrecha abertura, seguido de tomas espectaculares de la caminata espacial que recibieron ovaciones del control de la misión en Cabo Cañaveral, Florida. Durante su salida, Isaacman expresó su asombro por las vistas que se desplegaban ante él, mientras mantenía siempre una mano o un pie en contacto con la cápsula para asegurar su estabilidad.
Durante la caminata espacial, Isaacman probó las capacidades de los nuevos trajes espaciales diseñados por SpaceX. A medida que movía sus brazos y piernas, comentaba sobre la comodidad y la movilidad que estos trajes ofrecían, comparándolos favorablemente con los entrenadores que había utilizado durante los ensayos previos. La ingeniera de SpaceX, Sarah Gillis, siguió a Isaacman fuera de la cápsula para realizar pruebas similares de movilidad, aunque ambos permanecieron sujetos a la cápsula por correas de 3,6 metros, que no fueron desplegadas en su totalidad.
Polaris Dawn es la misión más arriesgada de SpaceX hasta la fecha, en parte debido a la falta de una esclusa de aire de seguridad en la cápsula Dragon y al uso de trajes espaciales innovadores y menos pesados.
Esta es la primera de tres misiones financiadas por Jared Isaacman, quien también es piloto y fundador de la empresa de pagos electrónicos Shift4.
Aunque no ha revelado el costo exacto de las misiones, se estima que el gasto asciende a cientos de millones de dólares, tomando como referencia el precio de aproximadamente 55 millones de dólares por asiento en la cápsula Crew Dragon.
La tripulación de Polaris Dawn estuvo compuesta por Jared Isaacman, el piloto de la misión Scott Poteet, un teniente coronel retirado de la Fuerza Aérea de EE. UU., y dos ingenieras superiores de SpaceX, Sarah Gillis y Anna Menon. Durante la caminata espacial, Gillis salió de la cápsula para realizar las mismas pruebas que Isaacman, mientras que Menon y Poteet permanecieron dentro de la nave. Gillis comentó sobre su experiencia mientras realizaba la caminata espacial, indicando que todo estaba «bastante bien» antes de regresar a la cápsula tras ser advertida de que su suministro de oxígeno estaba disminuyendo.
A pesar de un entrenamiento riguroso de más de dos años y medio que incluyó simulaciones detalladas, la misión no estuvo exenta de problemas. Isaacman tuvo que abrir la escotilla manualmente en lugar de utilizar el sistema automático, y Gillis reportó haber visto irregularidades en el sello de la escotilla. Sin embargo, el control de la misión tranquilizó a los astronautas confirmando que la presión indicaba un buen sellado.
A lo largo de la caminata espacial, el equipo mantuvo una comunicación constante con el centro de control, lo que permitió solucionar rápidamente cualquier problema que surgiera.
Hasta ahora, solo los astronautas profesionales, tras años de entrenamiento, habían realizado caminatas espaciales. Desde la creación de la Estación Espacial Internacional (ISS) en el año 2000, se han realizado aproximadamente 270 caminatas espaciales, junto con otras 16 efectuadas por astronautas chinos en la estación espacial Tiangong de Pekín. La misión Polaris Dawn, al incluir participantes civiles en una actividad tan compleja y peligrosa, marca un cambio fundamental en cómo se perciben y realizan las misiones espaciales.
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