En un movimiento que ha sorprendido al sector aéreo europeo, International Airlines Group (IAG) -que integra a Iberia, British Airways, Vueling, Aer Lingus y Level– ha cancelado de la operación de compra de Air Europa, una negociación que se valoraba en 500 millones de euros, lo que supone un revés para la compañía y un golpe a la competencia en este mercado.
La decisión fue comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y la razón de este frustrado acuerdo se debió a las altas exigencias regulatorias impuestas por la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea. Por lo que, continuar con la operación en el actual entorno regulatorio no redundaría en beneficio de los accionistas del conglomerado IAG.
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International Airlines Group había ofrecido deshacerse del 52 % de las rutas operadas por Air Europa en 2023 para obtener la aprobación de las autoridades de competencia de la Unión Europea (UE). Además, garantizaba que ninguna de las rutas en las que la Comisión Europea había identificado problemas de competencia se quedaría sin un tercer operador.
A pesar de estas concesiones, las autoridades de competencia seguían teniendo objeciones significativas a la fusión.
Las exigencias de la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea para dar luz verde a la operación eran tan altas que dejaban de tener sentido empresarial para Iberia.
Iberia e IAG habían presentado un listado de posibles ‘remedy takers’ (competidores a los que se cederían las rutas) «muy sólidos». Entre estos competidores se encontraban empresas como Volotea y Avianca, que incluso habían suscrito alianzas entre ellos para poder realizar las operaciones con las mayores garantías. Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para satisfacer las demandas regulatorias.
La fusión afectaría a vuelos que unen Madrid con Estados Unidos o Latinoamérica, pues Iberia y Air Europa compiten en el mercado latinoamericano y llegaron a solaparse en muchos destinos como República Dominicana, Cuba, Panamá, Asunción, Bogotá, Buenos Aires, Miami o Nueva York.
La decisión de IAG tendrá consecuencias financieras importantes. La compañía deberá abonar a Globalia, propietaria de Air Europa, una indemnización de 50 millones de euros, suma que se añade a los 75 millones que ya pagó en 2021 cuando se echó atrás en una operación similar. Además, IAG mantendrá la participación minoritaria del 20 % que tiene en Air Europa desde 2022, cuando desembolsó 100 millones de euros.
La fusión entre IAG y Air Europa habría creado una de las aerolíneas más grandes de Europa, lo que habría tenido un impacto significativo en la competencia en el mercado aéreo. Sin embargo, con la decisión de IAG, la competencia se mantiene intacta y las aerolíneas rivales como Avianca, Binter, Iberojet, Ryanair, Volotea y World to Fly no podrán acceder a las concesiones que se habían ofrecido como parte de la fusión.
La cancelación de la operación de compra de Air Europa por parte de Iberia pone de manifiesto las complejidades y desafíos que enfrentan las empresas en el proceso de fusión y adquisición, especialmente en sectores altamente regulados como el de la aviación. Esta decisión también subraya la importancia de las consideraciones regulatorias y de competencia en las estrategias de crecimiento y expansión de las compañías aéreas.
IAG presentó sus resultados correspondientes al primer semestre de 2023, que mostraron un aumento del 3,9 % en sus ganancias, hasta 1,309 millones, y un incremento del 8,4% en sus ingresos, hasta 14,724 millones. La compañía también anunció la vuelta del dividendo, que estaba congelado desde hace cinco años, y distribuirá 0,03 euros por acción a cuenta de los resultados de 2024.
La cancelación de la operación deja a Air Europa en una posición incierta. La aerolínea, que había sido vista como una adquisición estratégica para IAG, ahora deberá reevaluar sus opciones y buscar nuevas estrategias para mantener su competitividad en el mercado y no descarta seguir creciendo de forma inorgánica.
Redacción con información de EFE
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