En el ámbito laboral, asignar personal a un proyecto, pedir horas extras o encontrar a alguien para una tarea de último momento puede parecer una tarea sencilla. Sin embargo, la presión para que los empleados acepten estas solicitudes puede tener consecuencias negativas.
Cuando los empleados se sienten obligados a decir «sí» a cualquier costo, pueden experimentar arrepentimiento, frustración y resentimiento. Este artículo explora cómo obtener un acuerdo genuino y voluntario, evitando cruzar límites y manteniendo el compromiso y la participación de los empleados.
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Cuando los empleados se sienten presionados o culpabilizados para aceptar una solicitud con la que no están de acuerdo, el impacto en su bienestar y productividad puede ser significativo. La presión puede generar un ambiente laboral tóxico, donde los empleados se sienten desvalorizados y desmotivados. Para evitar esto, es crucial obtener un acuerdo genuino y voluntario, más allá de simplemente buscar el cumplimiento de las solicitudes.
Estrategias para obtener un «Sí» voluntario
A menudo, las personas encuentran difícil decir «no» en el momento, especialmente si se sienten en un aprieto. La falta de palabras para expresar una negativa puede hacer que aceptar parezca el camino de menor resistencia. Para asegurarse de que alguien no está de acuerdo simplemente porque no tuvo tiempo suficiente para pensar, es recomendable ofrecer tiempo para reflexionar.
Por ejemplo, después de hacer la solicitud, se puede añadir: «No es necesario que responda ahora mismo. Piénselo y contácteme mañana».
El correo electrónico, aunque no es un medio perfecto, tiene la ventaja de permitir a las personas escribir y reescribir su respuesta hasta que se sientan satisfechas. Algunas personas necesitan decir cosas específicas para sentirse cómodas diciendo «no», y el correo electrónico facilita esto. Una forma obvia de permitir que alguien responda a una solicitud por correo electrónico es pedirlo por ese medio. Incluso si se prefiere presentar el caso en persona, puede decirle a la otra persona que envíe su respuesta por correo electrónico.
Una investigación reciente ha identificado otra forma de formular una solicitud para que las personas se sientan más libres de decir «no», incluso cuando se hace de manera presencial: dándoles las palabras para decir «no» como parte de la solicitud. En dos estudios, se hizo que asistentes de investigación capacitados hicieran a los participantes una solicitud delicada que la mayoría preferiría rechazar.
En el primer estudio, se les dijo a los participantes que podían negarse: «Si desean negarse, pueden hacerlo». En el segundo estudio, se les indicó cómo negarse, dándoles una frase específica: «Si desean negarse, por favor, digan: ‘Preferiría no hacerlo'».
Aunque esta intervención tuvo poco impacto en si los participantes finalmente aceptaban la solicitud, aquellos a quienes se les dieron las palabras específicas para decir que no se sintieron más libres de hacerlo, lo que sugiere que su acuerdo fue más voluntario.
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