Durante casi década y media, entre 2007 y 2021, Europa tuvo un rey indiscutible en el negocio de los automóviles: el Volkswagen Golf. En 2022, el modelo entregó su corona. Cedió el volante de las ventas al Peugeot 208. Un año más tarde, el CEO de la marca alemana deslizó el fin de una era. Nada volverá a ser como antes.
Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen, será el encargado de conducir una de las transiciones más significativas de la industria en los últimos tiempos. El Golf como hoy lo conocemos, el clásico, el de motor de combustión, dejará de evolucionar.
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Más de cinco décadas después, entrará en el garaje y descansará, dando paso a las nuevas generaciones.
Volkswagen cambiará por completo su modelo insignia. Mantendrá el nombre, pero el resto será distinto. La apuesta de la firma germana pasa a ser el modelo eléctrico.
La octava generación, nacida en 2020, será la última de este carismático compacto. «El actual Golf llegará hasta el final de la década«, afirmó Schäfer. «Después tendremos que ver cómo evoluciona este segmento».
«No renunciaremos a nombres icónicos como Golf, Tiguan y GTI, los transferiremos al mundo eléctrico», agregó. «Pero con el Golf en particular, tiene que encajar en los genes. No podemos llamar así a cualquier vehículo, eso no funcionaría. No cometeremos ese error».
El Golf pasará a ser e-Golf como parte de una estrategia global de la compañía, que aspira a alcanzar un 80 % en ventas de modelos eléctricos para 2030. Todo, con el objetivo de llegar cerca de la ‘pole position’ del mercado a 2035, cuando entrará en vigor el veto a los vehículos de combustión en la Unión Europea (UE).
Pese a las fuertes resistencias de Alemania, sexto mayor productor mundial de vehículos en 2022 (3.67 millones de unidades, +11 % interanual, en datos de la OICA), con el apoyo de Italia y fabricantes de peso como Eslovaquia (un millón de autos fabricados en 2022) o República Checa (1.22 millones), finalmente el Consejo Europeo se resistió a introducir matices como permitir la venta de vehículos de combustión para combustibles sintéticos y votó a favor de la prohibición.
La producción de vehículos aceleró en 2022; aquí las cifras
Ante este escenario a medio plazo, la industria está tomando medidas de calado. Toyota, Citroën o Subaru ya tienen nuevos CEO con enfoques claramente dirigidos a dirigir a las compañías para esta carrera por la electrificación. En Volskwagen, Thomas Schäfer asumió el cargo en julio y menos de un año después, deja entrever cambios severos a medio plazo.
Nacido en Marburg, una localidad de 76 mil habitantes en la zona central de Alemania, Schäfer se graduó como ingeniero mecánico por la Universidad Estatal Cooperativa de Baden-Württemberg, al Sur del país, en 1994. Fue entonces cuando comenzó una trayectoria en el mundo automovilístico que se acerca ya a las tres décadas.
Mercedes-Benz Group, por aquel entonces Daimler AG, fue su primer destino. En la firma alemana ocupó v arios cargos de responsabilidad relacionados con producción y calidad, en mercados como Alemania, Estados Unidos, China, Malasia o Sudáfrica.
En 2012 se incorporó al Grupo Volkswagen, convirtiéndose en el director de producción internacional. En 2015 fue nombrado jefe del grupo en Sudáfrica y en 2020 pasó a ser presidente de Skoda Auto. En julio tomó el volante de las operaciones del grupo.
En diciembre, Schäfer hablaba de 2033 como el año para la electrificación total del grupo. Una fecha menos ambiciosa que la de otras marcas. «Nosotros damos una fecha que podemos cumplir y no un simple deseo», afirmaba en una entrevista publicada por la sección de motor del diario Marca. «Operamos globalmente y así no es tan sencillo. Tenemos 180,000 empleados y tenemos que asegurarnos de mantener este equilibrio».
«En los últimos dos años hemos visto claramente cómo se ha acelerado esta tendencia.», agregaba. «Así que para ser sinceros es posible que ese plazo se revise en el futuro. Por ahora es el mejor plan que tenemos y lo vamos a seguir, pero quizá podamos hacerlo mejor».
Volviendo al Golf, además de su motor, el cambio de aspecto también podría estar sobre la mesa. A principios de año, Schäfer apostó por Andreas Mindt como nuevo director de diseño del grupo, en una decisión que podría modificar la apariencia de los principales carros germanos en los próximos años.
Mindt era desde 2021 el director de diseño de Bentley, donde redefinió por completo la composición de sus autos. Su firma también está en proyectos anteriores, como el rediseño del Audi A1, el Q3 o el Q8, e incluso los diseños de los primeros Tiguan y Gol 7.
Su figura podría ser clave en la evolución del modelo que reinó Europa durante 14 años. El Golf no volverá a ser igual.
Borja Santamaría
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