La Generación Z y los millennials enfrentan una tendencia preocupante conocida como “gasto catastrófico”, un comportamiento impulsado por la incertidumbre financiera y el pesimismo hacia el futuro. Este fenómeno, también conocido como doom spending, está relacionado con la falta de ahorro y el derroche en lujos que brindan una satisfacción temporal, pero que pueden tener consecuencias a largo plazo.
El «gasto catastrófico» es una tendencia emergente entre la Generación Z y los millennials, que describe un patrón de consumo excesivo e imprudente. Según un análisis de Psychology Today, muchos jóvenes gastan en artículos de lujo, como viajes, ropa y tecnología, a pesar de no contar con una estabilidad financiera. Esta tendencia es alimentada por el pesimismo económico y el sentimiento de que no podrán alcanzar metas financieras a largo plazo, como la compra de una casa o la jubilación.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
Ylva Baeckström, profesora de finanzas en King’s Business School, sugiere que el uso constante de redes sociales desempeña un papel clave en esta conducta. «Los jóvenes están crónicamente conectados a Internet y sienten que están recibiendo constantemente malas noticias», afirmó Baeckström en una entrevista con CNBC. Como resultado, los sentimientos negativos generados por la exposición a noticias preocupantes se reflejan en hábitos de consumo impulsivo.
Te puede intetesar: ¿Microgestión o autonomía? Lo que prefiere la generación Z
Una de las principales razones detrás del gasto catastrófico es la sensación de desesperanza hacia el futuro financiero. Un estudio de Credit Karma revela que el 43% de los millennials y el 35% de la Generación Z admiten gastar más de lo que deberían, lo que sugiere una falta de confianza en su capacidad para ahorrar y acumular riqueza. Esta situación genera un ciclo en el que el consumo se convierte en una vía de escape para lidiar con la incertidumbre económica.
A nivel mundial, solo el 36,5% de los adultos siente que está mejor que sus padres en términos financieros, mientras que el 42,8% cree que está en una situación peor, según una encuesta realizada por CNBC y Survey Monkey. Estos datos subrayan el malestar generalizado entre estas generaciones, quienes han crecido en un contexto de crisis económicas recurrentes y un mercado laboral incierto.
Las redes sociales juegan un papel crucial en la formación de los hábitos de consumo de la Generación Z y los millennials. Constantemente expuestos a imágenes de estilo de vida lujoso y éxito material, muchos jóvenes sienten la presión de mantenerse al día con las tendencias y estándares que ven en plataformas como Instagram, TikTok y YouTube. Esta presión no solo genera ansiedad, sino que también alimenta el deseo de gastar dinero en artículos que no necesariamente necesitan.
Te puede interesar: ¿Generación Z vs. teclados físicos? El desafío oculto de los nativos digitales
Además, el acceso fácil a las compras en línea con solo un clic refuerza este comportamiento impulsivo. Las plataformas de comercio electrónico permiten a los usuarios realizar compras sin una reflexión profunda, lo que agrava el problema del gasto catastrófico. Según Baeckström, este tipo de gasto proporciona una sensación temporal de control en un mundo que, para muchos, parece cada vez más inestable.
El fenómeno del «gasto por estrés» ha sido documentado en varios estudios. En España, el BBVA lo definió como una respuesta a la ansiedad financiera, mientras que Euronews destacó cómo el gasto excesivo se utiliza como un mecanismo de defensa ante la incertidumbre económica. Sin embargo, aunque puede ofrecer una gratificación inmediata, el gasto catastrófico puede ser perjudicial para la salud financiera a largo plazo.
Este comportamiento, que a menudo conduce a deudas considerables y a la falta de ahorros, puede aumentar el estrés y la ansiedad. La incapacidad de cumplir con los compromisos financieros a futuro puede afectar gravemente la estabilidad mental y emocional de estas generaciones. En lugar de ser una solución, el gasto catastrófico puede agravar los problemas económicos, creando un ciclo de dependencia en el consumo para aliviar la presión emocional.
Te puede interesar: 25% de los millennials y Generación Z en EE. UU. no planea tener hijos
Para contrarrestar el impacto del gasto catastrófico, es fundamental que la Generación Z y los millennials desarrollen estrategias de manejo financiero más saludables. Esto incluye:
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
Con la compra de tu suscripción digital, recibes acceso a contenido premium dentro de nuestra plataforma web.
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Newsletters especiales y especializados
12 ediciones digitales de Mercado
12 ediciones digitales de Market Brief
Nuevas ediciones al instante en tu correo