Curiosidad para mejorar las reuniones de tu equipo - Revista Mercado
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La curiosidad: Cómo activarla para mejorar las reuniones de tu equipo

Por | febrero 28, 2024

¿Consideras que las reuniones con tu equipo se desintegran en disfunción y caos, lo que resulta en una toma de decisiones ineficaz, soluciones inadecuadas y miembros del grupo con la moral desinflada? Hay un ingrediente clave que puede transformar esos encuentros en un éxito: la curiosidad.

La curiosidad invita a los colegas a contribuir con su perspectiva honesta, y une a las personas a través de las barreras de sus propósitos discretos.

Con estos pasos, podrás utilizar la curiosidad para resolver problemas e involucrar a los miembros de tu equipo en una conversación productiva.

Escarba primero

Al reunir la perspectiva de todos, presta atención a estos inicios de oraciones que son indicadores de nuestra inclinación inmediata a resolver:

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  • «Deberías…»
  • «¿Has pensado en…»
  • «¿Qué pasa?»

Si deseas utilizar estas frases, escríbelas en lugar de expresarlas. Esto te permite trabajar en soluciones en la privacidad de tu página sin dejar de escuchar, y desechar errores costosos antes de cometerlos.

Si escuchas que otros están listos para lanzarse de cabeza a resolverlo, controla al grupo diciendo: «Antes de resolver esto, ¿podemos dar un paso atrás y definir completamente el problema?».

Deja que tu colega se apropie de la historia

Con la intención de ser empáticos, a menudo nos lanzamos a contar nuestra propia historia y punto de vista. Incluso si tu situación es idéntica, no caigas en el «yo también».

En su lugar, intenta esta fórmula: “Me he encontrado con una situación similar. Feliz de compartir eso más tarde. Por ahora, me encantaría saber más sobre tus pensamientos específicos”.

Al volver a centrar la atención en nuestros colegas, les permitimos apropiarse de su narrativa y compartir su perspectiva única, al mismo tiempo que hacemos un depósito en el banco de la buena voluntad de las relaciones.

Aplaza el juicio

Las críticas y los elogios, cuando se ofrecen de manera constructiva, tienen su lugar en el trabajo. Pero también son formas de juicio, especialmente cuando nos apresuramos a adoptarlas. La retroalimentación es importante, pero el juicio es lo opuesto a la curiosidad.

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En lugar de eso, haz una pausa. Retén tus comentarios iniciales y permanece abierto a escuchar otras posibilidades. Esto te permitirá escuchar lo que realmente piensa otro empleado. Hacer esto crea zonas «libres de juicios» para que las personas puedan expresar sus verdaderos sentimientos con mayor seguridad.

Ten en cuenta tus emociones

Expresar descuidadamente nuestras emociones sin filtrar puede cerrar una conversación, pero reprimirlas también puede frustrarnos. En lugar de desbordar tus emociones, simplemente toma nota de cómo te sientes y dale un número en una escala del 1 al 10 (donde 10 es un alto nivel de ira).

El sarcasmo y el humor suelen ser máscaras del malestar. Si queremos sentir curiosidad, debemos evitar escondernos detrás de estas máscaras. Antes de bromear, pregúntate qué fin positivo obtendrás con tu humor. Evita frases sarcásticas como «¿crees?» ,»¡no lo digas!» y «nunca había oído eso antes».

Cuando el problema es gestionar nuestras emociones en lugar de gestionar la reunión, mantener las emociones sin filtrar fuera de la sala nos permite seguir siendo curiosos y abordar los problemas reales.

Escucha para aprender

Las garantías suelen tener un efecto bumerán, al aumentar la ansiedad del hablante porque no se siente escuchado ni comprendido. Por ejemplo, un «no te preocupes, ya hemos resuelto este problema antes», se convierte en un bumerán: «Este es un problema de larga data que no desaparece con sus métodos probados y verdaderos».

En lugar de tranquilizar, asegúrate de escuchar y comprender el mensaje con el objetivo de aprender más. Reconoce lo que se dice y concluye con curiosidad. Intenta posicionarte con un «me gustaría asegurarme de haber entendido los tres puntos que planteaste», luego parafrasea y termina con: «¿Hay más?».

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De Harvard Business Review, por Sabina Nawaz

(Sabina Nawaz es coach global de CEO)

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