Deja de disculparte demasiado en el trabajo (cuándo hacerlo y cuándo no)

Si bien es importante responsabilizarse de su comportamiento en el lugar de trabajo, disculparse demasiado puede resultar perjudicial, tanto para ti como para tu equipo. Estos son algunos ejemplos de situaciones por las que no deberías pedir perdón, y algunas qué podrías expresar a cambio:

Tres casos en los que no debes pedir disculpas

Caso 1: Cuando te retrasas en contestar a alguien sobre un asunto no sensible al tiempo

No necesitas disculparte por tomarte un tiempo adicional para responder a solicitudes que no son urgentes. Eres responsable de administrar tu tiempo de manera efectiva y debes priorizar en consecuencia. Expresa tu gratitud por la comprensión, en lugar de ofrecer una disculpa.

• Reemplaza: «Perdón por tardar en responderle…»
• Con: “Agradezco su paciencia ya que necesito un par de semanas para reflexionar y ofrecer una respuesta más precisa”. O, «dado que tenemos algo de tiempo, planearé comunicarme con usted a fines de la próxima semana».

Caso 2: Cuando busques aclaraciones

No necesitas arrepentirte de pedir más información, especialmente si haces preguntas que pueden mejorar un proceso o resultado. Cuando hagas preguntas adicionales, ten confianza y no te disculpes.

Digamos, por ejemplo, que recibiste una respuesta breve y poco clara sobre cómo finalizar un taller que diseñaste.

• Reemplaza: «Perdón por hacer demasiadas preguntas, pero sólo necesitaba aclarar …»
• Con: “Lo que tengo entendido es que le gustaría que rediseñáramos el taller con menos salas de descanso y más cortas. Si eso no es correcto, le agradecería que me lo aclarara, ya que quiero asegurarme de abordar sus inquietudes de manera efectiva”.

Caso 3: Cuando deseas dar seguimiento a una solicitud

No necesitas lamentarte por la interdependencia de tu función y el trabajo de tus colegas. Sin dudarlo, recuérdale a un colega que responda si es necesario.

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Digamos, por ejemplo, que estás esperando que tu colega te presente un análisis que debe incluirse en su libro de propuestas antes de una reunión con inversionistas.

• Reemplaza: “¡Oye! Perdón por acosarte, pero quería hacer un seguimiento de ese análisis”.
• Con: “Hola. ¿Cuándo es un buen momento esta semana para conectarnos en el análisis? Necesito enviar el libro de propuestas final a finales de esta semana”. O, “hola. ¿Quieres asegurarte de que tienes todo lo que necesitas de mí para completar el análisis antes del miércoles?».

Tres casos en los que debes pedir disculpas

Por supuesto, hay momentos en los que es necesario disculparse. A continuación, se muestran algunos ejemplos de casos en los que pedir perdón es absolutamente crítico:

Caso 1: Cometista un error de cálculo

Supongamos que te comprometiste con una fecha límite para tu cliente, pero a medida que se acerca el día, te das cuenta de que calculaste mal el tiempo que realmente necesitarías. Es posible que tu cliente haya asumido otros compromisos según su cronograma.

Es importante disculparse por el error antes de comunicar la necesidad de una prórroga.

Caso 2: Olvidaste completar unas tarea

No importa cuán organizado seas, es probable que de vez en cuando te olvides de realizar una tarea. Debes disculparte con cualquier persona afectada por no haberla completado. Una disculpa puede ayudarte a reconstruir la confianza con tu compañero de trabajo y tu equipo.

Caso3: No prestaste atención

Todos cometemos errores, pero cuando tu error se debe a una clara falta de atención al detalle, debes disculparte. Incluso si el resultado no es negativo, es importante reconocer su error, tanto interna como externamente.

De Harvard Business Review, por Nupur Arya

(Nupur Arya es facilitadora global sénior de Harvard Business Publishing)

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