Si la idea de presentarte a ti mismo como una opción de liderazgo, o hablar de tus logros, te resulta incómoda o difícil, necesitas cambiar de perspectiva. Pero, ¿cómo hacerlo? O dicho de otra forma: ¿cómo autopromocionarse cuando no te gusta hacerlo?
Estos tres pasos pueden ayudarte a superar tus dudas y comenzar a desarrollar esta habilidad crucial para tu futuro profesional:
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Las razones comunes para rechazar la idea de la autopromoción son:
Tu competencia profesional te ha traído hasta aquí, llevándote a resultados exitosos y brindándote reconocimiento. Sin embargo, conforme asciendes y te convierte en líder o te desarrollas como gerente, depender de los logros pasados para ser reconocido y recompensado es un enfoque arriesgado.
Por contra, hablar en tu nombre equivale a liderazgo, ya que refleja tu capacidad para defenderte a ti mismo, al negocio, a la organización y, potencialmente, a los miembros de tu equipo en el futuro.
Fomentar relaciones positivas y sólidas con los demás es crucial para construir un equipo fuerte. Trata de reformular la autopromoción como un medio de poseer y comunicar tus logros. Al hacerlo, puedes abrir nuevas oportunidades que te permitirán tener un mayor impacto en tu equipo, la organización e incluso en ti mismo.
El proceso de realizar una autoevaluación o un análisis FODA personal (fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas) elevará tu autoconciencia. Te ayudará a identificar el valor que aportas y que te distingue de tus pares. También te servirá para identificar cualquier habilidad o experiencia que te falte.
Utiliza la información que has recopilado en el paso anterior para redactar tu propuesta de valor única. Aunque no necesariamente compartirás esta declaración con otros, servirá como base de tu discurso de autopromoción en futuras conversaciones. Al final, lo más importante es que tengas claro lo que puede ofrecer y en quién te has convertido como líder o potencial líder.
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Pregúntate:
Si la respuesta a esta última pregunta es «sí», necesitarás su apoyo.
Cuando te comuniques, hazlo con un mensaje claro y conciso. Diles quién eres, qué has hecho por la organización y cuáles son tus futuras aspiraciones y objetivos profesionales. Dependiendo de dónde te encuentres en el viaje de discusión profesional, puedes programar más de una reunión con ellos para mostrarles cómo estás aprendiendo y creciendo.
Para conseguir una nueva oportunidad, debes incorporar a tu gerente. Todo el resto del trabajo que has realizado hasta este momento conduce a esta importante conversación. Programa una reunión individual con tu jefe y hazle saber que te gustaría hablar sobre el desarrollo de tu carrera. Luego, usa el tiempo para vender tu capacidad de contribuir en el nuevo rol.
Pinta una imagen convincente del futuro, describiendo tu visión estratégica para el puesto o la oportunidad que estás buscando. Enumerar las acciones específicas que tomarías para tener un impacto rápido y demostrar el valor que aportarás a la organización mostrará que estás pensando de manera proactiva en el nivel requerido.
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De Harvard Business Review, por Jenny Fernandez
(Jenny Fernandez, MBA, es coach ejecutiva)
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