Claves para manejar las reacciones defensivas en el entorno laboral - Revista Mercado

Claves para manejar las reacciones defensivas en el entorno laboral

Por | marzo 4, 2025

En el entorno laboral, plantear inquietudes o cuestionar prácticas establecidas puede ser un desafío. A menudo, lo que comienza como un intento de mejorar procesos o resultados puede derivar en respuestas defensivas por parte de colegas o superiores.

Estas reacciones, lejos de fomentar un diálogo productivo, suelen desviar la atención del problema hacia la persona que lo expone, generando tensiones y malentendidos. ¿Por qué ocurre esto y cómo podemos manejarlo de manera efectiva?

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La dinámica de la defensividad: ¿por qué las personas reaccionan así?

Cuando alguien plantea una preocupación, es común que los demás perciban el mensaje como una amenaza, especialmente si se sienten implicados en el problema. Esta reacción defensiva puede manifestarse en forma de cuestionamientos hacia la persona que expone la crítica, ya sea sobre su competencia, autoridad o incluso su actitud.

En lugar de abordar el tema en cuestión, la conversación se estanca y el mensajero queda expuesto a un escrutinio personal que poco tiene que ver con el problema original.

Este fenómeno no es casual. Las personas tienden a protegerse cuando perciben que su zona de influencia o su desempeño están siendo cuestionados.

Por ejemplo, si un empleado señala un fallo en un proceso del que otro es responsable, es probable que este último se sienta atacado y responda defendiendo su posición. Comprender esta dinámica es el primer paso para despersonalizar la situación y redirigir el foco hacia el problema real.

El peso de las expectativas: cuando el rol formal choca con la crítica

En muchos casos, las reacciones defensivas surgen porque la crítica contradice las expectativas asociadas al rol que desempeña la persona que la plantea.

Tomemos el caso de Min, una gerente de proyectos en una empresa biotecnológica. Min notó que, en aras de cumplir con los indicadores clave de rendimiento (KPIs), tanto ella como otros gerentes estaban comprometiendo la calidad del trabajo. Al plantear esta preocupación, esperaba que sus superiores valoraran su compromiso con la integridad y el rigor. Sin embargo, la respuesta fue muy distinta: sus supervisores defendieron los KPIs y cuestionaron su competencia.

Lo que Min no anticipó fue que sus gerentes tenían una visión muy específica de su rol: cumplir con los KPIs a toda costa. Al cuestionar este enfoque, Min desafió las expectativas que otros tenían sobre ella, lo que generó una reacción hostil. Una vez que comprendió esta dinámica, pudo prepararse mejor para futuras discusiones, evitando tomar los ataques de manera personal y centrándose en los argumentos objetivos.

Los roles informales: cuando la identidad laboral se confunde con la personalidad

Además del rol formal que desempeñamos en el trabajo, también existen roles informales que pueden influir en cómo nos perciben los demás. Por ejemplo, Chris, un empleado conocido por su sentido del humor y su capacidad para aliviar tensiones en el equipo, se encontró con una respuesta fría cuando intentó abordar un problema serio relacionado con los resultados del proyecto. Sus colegas le dijeron, en esencia, que se limitara a ser «el gracioso» y no se involucrara en asuntos que consideraban ajenos a su rol informal.

Este tipo de situaciones resaltan la importancia de separar nuestra identidad laboral de nuestra identidad personal. Nuestro «yo» no se limita a las funciones que desempeñamos en el trabajo; también somos padres, amigos, parejas o hermanos. Cuanto más conscientes seamos de esta distinción, más capacidad tendremos para manejar las críticas y las reacciones defensivas sin que afecten nuestra autoestima o nuestro bienestar emocional.

Estrategias para manejar las reacciones defensivas

Despersonalizar la crítica. Entender que las respuestas defensivas suelen ser una reacción al problema, no a la persona que lo plantea, es crucial. Esto permite mantener la calma y no caer en la trampa de responder con la misma moneda.

Clarificar las expectativas. Antes de plantear una preocupación, es útil entender cómo perciben los demás nuestro rol y qué esperan de nosotros. Esto puede ayudar a anticipar posibles reacciones y preparar argumentos sólidos.

Mantener el foco en el problema. Cuando surgen respuestas defensivas, es importante redirigir la conversación hacia el tema en cuestión, evitando que se convierta en un debate personal.

Fortalecer la identidad fuera del trabajo. Tener una vida fuera del ámbito laboral y recordar que nuestro valor no se reduce a nuestro desempeño profesional puede ser una fuente de resiliencia frente a las críticas.

Comprender las dinámicas que las generan, despersonalizar los ataques y mantener el foco en los problemas reales son estrategias clave para fomentar un diálogo productivo y evitar que las tensiones afecten tanto el clima laboral como nuestro bienestar personal.

 

Harvard Business Review Wake-Up Call Spanish / Redacción: Revista Mercado

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