Empecemos con los hechos, este polímero, hecho mayormente de carbón e hidrógeno derivado de petróleo, es ligero, duradero, fuerte y maleable, y como si fuera poco, es menos costoso en comparación con materiales como el vidrio, el cartón o el metal.
En la Segunda Guerra Mundial el plástico empezó a ser utilizado en todo tipo de productos (aunque fue descubierto en 1862). Dado a su bajo costo y numerosos beneficios, no sorprende que el plástico fuese tan popular. Durante muchos años, ayudó a la humanidad a hacer productos baratos y fáciles de reemplazar.
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Por estas razones, el plástico está en todos lados, no solamente en botellas de agua o refresco. La computadora donde se escribió este artículo, y el celular desde donde lo estás leyendo también fueron hechos, en parte, con plástico. Así también tu ropa y muchísimos de los objetos que utilizas en un día a día.
El problema está en que el plástico no se biodegrada fácilmente, durando hasta mil años en hacerlo.
Ponlo en perspectiva: todo el plástico que se ha creado desde su descubrimiento, que asciende a 8.3 millones de metros cúbicos, no se ha descompuesto totalmente.
Eso es mucho plástico. Los científicos han encontrado partículas de plástico en la nieve del tope del monte Everest, y en el punto más hondo del océano que se ha podido estudiar.
Según estudios, para el año 2050, es probable que haya más plástico que peces en el océano. Así luce nuestra realidad en un futuro si no hacemos nada para evitarlo.
Estamos produciendo más y más plástico, y reciclando tan solo un 15% de todo lo que se genera.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, una de las organizaciones medioambientales más grandes del mundo, determinó que se producen sobre trescientos millones de toneladas de plástico cada año.
En el Océano Pacífico, por ejemplo, está la denominada Gran Mancha de Basura, casi del tamaño de Texas, donde las corrientes han llevado una enorme cantidad de plásticos. Esto tiene gran significado para la vida marina, pues estos plásticos muchas veces se descomponen en pedazos muy pequeños que los peces y otros animales confunden con comida, cosa que no solo le hace daño a ellos, pues estas partículas de plástico pueden llegar, incluso, a ser ingeridas por nosotros.
Y en ese tenor, queremos recordarte dos cosas: primero, que la solución empieza contigo, cada aporte, cuenta; y segundo, que alrededor de veinte toneladas de plástico entran al océano cada minuto.
Imagínate a un camión de basura lleno, cada minuto, descargándose en nuestros océanos – y su basura terminando en nuestras playas o en nuestro plato de comida. ¿Por qué es tanto? ¿Cómo puedes hacer algo al respecto?
Alrededor de dos mil millones de personas a nivel mundial no cuentan con un sistema de recolección de basura, por lo que la tiran, prácticamente, donde sea. Para estos fines, suelen ser populares los ríos y cañadas, desde donde llega el 80% de toda la basura que se encuentra en el océano.
Según Cilpen Global, empresa pionera en revalorización de residuos en República Dominicana, el país importa alrededor de sesenta mil toneladas de botellitas de plástico al año. Esto de por sí plantea un gran problema, pero se vuelve aun más notorio cuando se toma en consideración que muchas áreas de nuestro país carecen de un sistema de recolección y desecho de basura adecuado.
La solución no está solamente en manos de grandes organizaciones, como las Naciones Unidas, que recientemente llamó a un acuerdo mundial contra la polución por plástico , si no que también está en manos de todos nosotros, es así de simple.
En el ánimo de convencerte de que tú puedes poner un granito de arena para solucionarlo, te enlistamos acciones que, hechas de manera constante y extendida en el tiempo, pueden ayudar a evitar que tanto desecho llegue a nuestros océanos , recordando que luego de que llega, recogerlo de nuestras playas no es la solución más sostenible:
Por Sofía Jiménez Bogaert y Pedro José Cabrera Haché
Consulta: CILPEN: cumpliendo con los 17 ODS
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