Los alimentos forman parte de la breve lista de cosas realmente necesarias para el ser humano. Alimentarse correctamente nos permite tener la energía adecuada para afrontar el día a día, prevenir enfermedades o favorecer nuestro desarrollo físico y mental. Por desgracia, millones de personas no tienen la posibilidad de construir una dieta saludable. La escasez se ha agravado en los últimos tiempos por la guerra en Ucrania, que ha golpeado la exportación de cereal a países necesitados, y los efectos del cambio climático. Por ello, el lema del Día Mundial de la Alimentación de 2022 (16 de octubre), impulsado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Argicultura (FAO), es «no dejar a nadie atrás». Una batalla en la que la tecnología y las startups pueden jugar un papel clave. Es el movimiento ‘foodtech’.
Según datos de Eatable Adventures, la inversión en startups relacionadas con el sector alimentario aumentó un 41 % en 2021. Estos son cinco ejemplos de compañías emergentes que dirigen su tecnología y actividad a mejorar la calidad, la sostenibilidad y los sistemas de producción de los alimentos:
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Impresión de comida en 3D. Producción sostenible de alimentos análogos a partir de proteínas animales con base vegetal. Dos conceptos con apariencia futurista que Cocuus trae al presente. Los perfiles de los tres fundadores de esta compañía española dicen mucho de su funcionamiento: un especialista en ingeniería y robótica (Patxi Larumbe), un diseñador gráfico e industrial (Daniel Rico) y un arquitecto y especialista en robótica y diseño paramétrico (Javier Zaratiegui). La empresa se dedica a la producción y venta de las impresoras y los ingredientes que después, los clientes utilizarán para producir alimentos. Además, también ofrecen alimentos orgánicos en forma de puré para personas que tienen dificultades para masticar.
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En resumen, extraen células que se pueden convertir en comida a través de sus impresoras. «Analizamos la estructura morfológica de distintos alimentos y, a partir de los mismos, desarrollamos modelos matemáticos que permiten no solo reconstruirlos sino hacerlo de una manera escalable«, explican en su sitio web. El futuro ya está aquí.
La agricultura es la base de la producción de alimentos. SenseGrass, una startup chilena, tiene el objetivo de incorporar la inteligencia artificial y el big data al día a día de esta actividad ancestral para poder multiplicar sus resultados. La tecnología de SenseGrass actúa sobre aspectos clave como, por ejemplo, los sistemas de riego, los puntos de suelo, soluciones para fertilizantes o clasificación de productos. Gracias a sus innovaciones, reducen los costes y mejoran la calidad y la productividad del suelo. Empresas como Sony o Cisco ya apoyan este proyecto.
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También enfocada en la agicultura, H2Hydroponics ofrece un sistema de producción (H2Hybrid) efectivo y adaptable a cualquier clima. «Todo tiene que ver con el agua» es el lema de esta startup española, que ya actúa con éxito en circunstancias de calor y sequías extremas como Malí o Dubái, o en lugares de frío intenso como Groenlandia. A través de proyectos hidropónicos y de ‘vertical farming’, consiguen que sus clientes saquen el máximo partido a su suelo y eleven la productividad de sus tierras. Sus sistemas electrónicos también controlan y optimizan, además del riego, los procesos de fertirrigación y abono.
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La escasez se combate afinando las formas de producir y aumentando las fuentes de recursos, pero también mejorando la sostenibilidad. Es la vía de actuación de Mornoon Coffee, «una «startup» responsable social y medioambientalmente, con el objetivo de hacerte degustar, allí donde estés, selectos cafés de orígenes únicos 100% arábica de manera cómoda, saludable, y sostenible».
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La compañía trabaja desde el origen del café que comercializa (Brasil, Colombia, Costa Rica, Etiopía y Kenia), a través de un plan de sostenibilidad que implementa y revisa de forma anual. Su proceso también incluye el packaging verde, la digitalización de todos los procesos, la concienciación a través de redes sociales y campañas, y la plantación de un árbol por cada cliente, con la que mitigan la huella de carbono. Además, sólo comercializan café sin cápsulas.
Esta startup chilena nace con el objetivo de unir ciencia y naturaleza para fomentar una alimentación cada vez más basada en productos vegetales y sostenibles. En sus palabras, «acelerar la transición saludable y sostenible del mundo usando tecnología propietaria». Para ello, maridan bases de datos que compuestas por conocimientos ancestrales con los últimos descubrimientos de la biotecnología y el ‘machine learning’. Sobre estos valores, fabrican diversos productos sostenibles y verdes, por ejemplo hamburguesas, helados o barras de proteínas.
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Desde The Live Green CO defienden que la industria alimentaria utiliza sólo el 1 % de los ingredientes naturales que existen. Por ello, crearon Charaka, una base de datos de sabiduría y plantas de todos los rincones del mundo con las que realizar productos y mejorar nuestro sistema alimentario, convirtiéndolo en más sano y sostenible. La base combina biotecnología y ‘machine learning’ para validar y analizar cada planta que se incorpora a los procesos.
La empresa ha sido galardonada con diversos premios en América Latina, Estados Unidos y Europa, y acaba de captar US$7 millones en una ronda de financiación. Es la revolución vegetal 2.0.
Por Borja Santamaría, con información de la FAO y Eatable Adventures.
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