En nuestra vida diaria, marcada por la prisa, es fácil caer en la tentación de optar por soluciones rápidas, como comprar fruta ya cortada y pelada en el supermercado. ¿Quién no ha preferido evitar el tedio de cortar una piña o una sandía, cuando ya podemos adquirirlas listas para consumir? Sin embargo, este ahorro de tiempo podría costarnos más de lo que pensamos.
Aunque es comprensible que muchas personas elijan fruta precortada por conveniencia, es importante considerar las implicaciones de esta decisión. Sara Vives (@purahealthyvida), química y nutricionista, advierte que la fruta cortada está más expuesta a factores ambientales y manipulaciones que pueden ser fuentes de contaminación.
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Bacterias como Escherichia coli, Listeria monocytogenes y Salmonella son algunas de las amenazas que pueden proliferar en estas condiciones. Por ello, se recomienda que la fruta cortada no permanezca a temperatura ambiente por más de tres horas y que siempre se mantenga refrigerada.
Raquel Capel, dietista-nutricionista de Entrena Virtual, agrega que si la fruta no está bien refrigerada, la temperatura ambiente puede acelerar el crecimiento de microorganismos y la activación de enzimas que deterioran la calidad de la fruta. Además, la exposición al aire provoca una rápida oxidación, resultando en la pérdida de nutrientes y un sabor desagradable.
La solución más segura es optar por frutas enteras, que conservan su piel protectora hasta que decidas consumirlas. Según Sara Vives, comprar fruta cortada solo es recomendable si puedes asegurarte de que ha sido manipulada de manera higiénica y refrigerada correctamente. Si prefieres la comodidad de la fruta cortada, busca opciones que indiquen claramente la hora de corte y que estén refrigeradas.
Si decides comprar o cortar tu propia fruta, es crucial seguir estas recomendaciones para minimizar los riesgos:
Una intoxicación alimentaria puede ser causada por consumir alimentos contaminados, y sus síntomas incluyen malestar estomacal, diarrea y vómitos. Para evitarla, sigue estos consejos al consumir fruta cortada:
Si bien la fruta cortada es una opción práctica, sus riesgos no deben subestimarse. Prioriza siempre la seguridad alimentaria y opta por frutas enteras para mantenerte saludable. La próxima vez que estés en el supermercado, recuerda que un pequeño esfuerzo adicional en la cocina puede marcar una gran diferencia en tu bienestar.
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