El brote de mpox (anteriormente conocido como viruela del mono) en África ha alcanzado un nivel crítico, llevando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una emergencia sanitaria mundial. Esta medida sigue la alerta de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África, que subrayan la gravedad de la situación en el continente.
En la República Democrática del Congo, el clado Ib del virus mpox, una cepa más letal, se está propagando rápidamente. Este clado ha llegado a otros cuatro países africanos que previamente no habían reportado casos, generando una preocupación creciente sobre su potencial de propagación internacional. El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ha calificado la situación como «muy preocupante».
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El mpox es una enfermedad viral similar a la viruela, transmitida principalmente por contacto directo con lesiones, fluidos corporales, o materiales contaminados como ropa y sábanas. Los síntomas iniciales son fiebre, dolor de cabeza y fatiga, seguidos de una erupción cutánea característica. Este brote está impulsado por el clado I, conocido por su mayor letalidad en comparación con el clado II, que provocó un brote mundial entre 2022 y 2023.
El clado I del mpox ha registrado tasas de mortalidad de hasta el 10% en algunos brotes. Aunque el riesgo de propagación internacional es bajo en países como Estados Unidos, la situación en África es alarmante. La falta de diagnósticos adecuados y la limitada capacidad de vigilancia en las áreas rurales dificultan la contención del virus.
El mpox, que históricamente ha afectado principalmente a África Central y Occidental, ahora se ha extendido a más países del continente, y ha sido detectado incluso en Suecia. Ante esta amenaza, la OMS ha hecho un llamado urgente para aumentar la vigilancia, el diagnóstico y la distribución de vacunas.
Aunque existen vacunas eficaces contra el mpox, su disponibilidad en África es limitada. La Alianza para las Vacunas (Gavi) ha prometido 500 millones de dólares para suministrar vacunas a los países afectados. La OMS también ha lanzado un plan de respuesta regional que requiere 15 millones de dólares para frenar la propagación del virus.
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