¿Ser millonario a los 12 años? ¡Sí es posible!, y un claro ejemplo es el caso de Benyamin Ahmed, quien gracias a su ingenio ganó más de siete millones de pesos durante las vacaciones de verano. El pequeño creó la colección ‘Weird Whales’, una serie de diseños coloridos de ballenas pixeladas, y las vendió como tokens no fungibles (NFT).
Los NFT son activos criptográficos que tienen la capacidad de ser únicos e irrepetibles. De esta manera, las obras se pueden ‘tokenizar’ y así crear un certificado digital de propiedad que se puede comprar y vender.
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Benyamin no posee una cuenta tradicional bancaria, sino que todo su dinero lo tiene en Ethereum, la criptomoneda en la que vendió la obra.
Fue el padre de Benyamin, Imran, un desarrollador de software, quien lo alentó a él y a su hermano a comenzar a programar desde los cinco años. Lo que comenzó como una actividad de ocio, se convirtió en un negocio serio, y ahora, Benyamin y sus amigos practican 20 o 30 minutos de ejercicios de codificación al día.
El menor aconseja a otros niños que tal vez quieran entrar en este espacio, que no se sientan obligados a programar tal vez porque los compañeros lo presionen. Dice que tanto si te gusta cocinar como si te gusta bailar, debes hacer lo mejor que puedas.
Hasta ahora, las ganancias del niño suman 7 millones 944 mil pesos.
Los tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés) son el último fenómeno de criptomonedas en generalizarse. Y después de que la casa de subastas Christie’s vendiera la primera obra de arte de NFT –un collage de imágenes del artista digital Beepl– por la asombrosa cifra de US $ 69,3 millones, los NFT repentinamente captaron la atención del mundo.
Pero los NFT no son exactamente nuevos. CryptoKitties, un juego de comercio digital en la plataforma de criptomonedas Ethereum, fue uno de los NFT originales, que permitía a las personas comprar y vender gatos virtuales que eran únicos y estaban almacenados en la cadena de bloques.
En los términos más simples, los NFT transforman las obras de arte digitales y otros objetos de colección en activos únicos y verificables que son fáciles de comerciar en la cadena de bloques.
Aunque eso puede estar lejos de ser fácil de entender para los no iniciados, la recompensa ha sido enorme para muchos artistas, músicos, personas influyentes y similares, y los inversores gastan mucho dinero para poseer versiones NFT de imágenes digitales. Por ejemplo, el primer tuit de Jack Dorsey ahora está teniendo una oferta por US$ 2,5 millones; un videoclip de una clavada de LeBron James se vendió por más de US$ 200.000 y un GIF «Nyan Cat», de hace una década, se vendió por US $ 600.000. (MJ)
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