En el continuo combate contra las enfermedades transmitidas por vectores, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) ha desplegado una serie de estrategias y acciones para prevenir y controlar el dengue en la región americana.
Enfocada en la implementación de la Estrategia de Gestión Integrada para la Prevención y Control de las Enfermedades Arbovirales, adoptada en 2016 por los Estados Miembros, la OPS/OMS ha dirigido esfuerzos significativos hacia el fortalecimiento de la capacidad diagnóstica, el desarrollo de sistemas de vigilancia epidemiológica integrada y la promoción de la cooperación técnica entre países.
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Durante el transcurso del año 2024, el ente regional de la Organización Mundial de la Salud ha registrado más de 3.5 millones de casos de dengue en América, acompañados de un trágico balance de más de 1,000 defunciones. Esta cifra representa un incremento significativo, triplicando los datos reportados durante el 2023.
Sin embargo, pese a estos esfuerzos, la OPS ha lanzado una advertencia preocupante para 2024: esta podría ser la peor temporada de dengue en la región. Países como Brasil, Argentina y Paraguay están experimentando un aumento dramático en los casos de dengue, superando con creces las cifras del año pasado. Desde el inicio de 2024, se han registrado más de 3,5 millones de casos y más de 1.000 muertes en la región, lo que triplica las cifras del mismo período del año anterior.
El director de la OPS, Jarbas Barbosa, ha instado a redoblar los esfuerzos para controlar los vectores y capacitar a los trabajadores de la salud para detectar los síntomas graves del dengue. Con la proliferación del mosquito vector en nuevas áreas debido a condiciones climáticas extremas y fenómenos como El Niño, la lucha contra el dengue en América continúa siendo un desafío urgente que requiere una acción coordinada y decidida a nivel regional y nacional.
Como medidas para disminuir los casos de transmisión del dengue, se crea la Red de Laboratorios del Dengue de las Américas (RELDA) en 2008 marcó un hito en el fortalecimiento de las capacidades técnicas para el diagnóstico del dengue en la región. Desde entonces, la RELDA se ha expandido para incluir también la chikunguña y la fiebre del Zika, contando en la actualidad con la participación de 40 laboratorios en 35 países.
En consonancia con su compromiso con la vigilancia epidemiológica integral, la OPS/OMS ha impulsado el desarrollo de un modelo de sistema de vigilancia epidemiológica integrado para dengue, chikunguña y Zika. Este modelo, que abarca la vigilancia epidemiológica, clínica, laboratorial y entomológica, tiene como objetivo generar información estandarizada y oportuna para respaldar la toma de decisiones en salud pública. Para facilitar aún más la colaboración entre países, la OPS/OMS ha establecido espacios virtuales de colaboración (ECV), donde los países pueden analizar en tiempo real sus datos epidemiológicos y generar reportes automatizados.
En su interés por fortalecer las capacidades nacionales para el diagnóstico clínico y el manejo de casos de dengue, chikunguña y Zika, la OPS/OMS promueve un paquete clínico de cooperación técnica. Este paquete incluye documentos técnicos, directrices clínicas, cursos virtuales de autoaprendizaje y la formación de redes nacionales de expertos clínicos en enfermedades arbovirales.
La OPS/OMS también ha priorizado el fortalecimiento de la capacidad regional y nacional para la prevención y control de los vectores mediante la implementación del Plan de Acción sobre Entomología y Control de Vectores 2018-2023.
Este plan incluye iniciativas destinadas a mejorar los sistemas de vigilancia entomológica, monitorear y gestionar la resistencia a insecticidas, así como implementar nuevas tecnologías y enfoques para el control del vector.