De “el fútbol es así”, a “así es el negocio”. Gerard Piqué justificó con estas palabras sus polémicos contactos con Luis Rubiales, presidente de la Federación Española, para negociar la disputa de la Supercopa de España en Arabia Saudí.
“Quiero explicar a la gente cómo funciona esto”, afirmó el central al iniciar su comparecencia vía ‘Twich’ en la que dio la cara tras el escándalo de comisiones y posibles conflictos de intereses.
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Los audios publicados por el diario español ‘El Confidencial’ ya eran, sin embargo, una explicación inmejorable de lo que hay detrás del telón futbolístico. Sombras entre las que reinan conveniencias económicas que superan al propio deporte.
Comisiones, millones, primas, victorias y derrotas que se transforman en billetes. Asuntos, legales casi siempre, en los que la delgada línea entre competición y negocio se difumina y se confunde. Estos son algunos ejemplos de lo que el balón esconde.
“Se paga 8 al Madrid y 8 al Barça. A los otros -clubes participantes- se les paga 2 y 1… son 19, y os quedáis la Federación 6 ‘kilos’, tío”. Son los términos en los que Piqué sugirió a Rubiales cómo repartir los €25 millones de la oferta inicial de Arabia Saudí por acoger la final de la Supercopa de España.
Finalmente, los árabes pagarán €40 millones por cada una de las seis temporadas en las que albergarán el torneo, más el 10% de comisión para Kosmos, la empresa de Piqué. Unas cantidades que bajarían sustancialmente en caso de que Barcelona o Real Madrid no disputaran alguna de las ediciones.
El conflicto de intereses está servido. Rubiales, cuyo sueldo en la Federación contiene una parte en variables, ganará más dinero si Barcelona y Real Madrid juegan la Supercopa -participan el campeón y subcampeón de Liga, y el campeón y subcampeón de Copa-. Todo, gracias a las gestiones de un futbolista del Barça.
Consulta: Caso Piqué-Barça-Supercopa: conflicto de intereses en el deporte
Por contextualizar, cabe señalar que la Federación es la responsable de los arbitrajes en España o de la competición en la que juega el Andorra, club que preside Piqué. Geri y Rubi, así se llaman entre ellos en los audios, unidos por intereses comunes.
En octubre de 2019, el escándalo estalló en México. Dentro del marco de una extensa investigación a la Cooperativa Cruz Azul, se publicó que ésta conseguía una cantidad millonaria en concepto de seguros… cada vez que el club de fútbol Cruz Azul perdía una final de liga.
El diario mexicano ‘Eje Central’ puso cifras a la revelación. “Si Cruz Azul era campeón, la reaseguradora Blue Eagle Re debía pagar US$1 millón al equipo. Pero si no alzaba la copa, la póliza de US$40 millones que pagaba la Cooperativa al año quedaba en la propia compañía creada por los hermanos Álvarez –‘Billy’ era el presidente del club de fútbol- y Víctor Garcés en las islas caribeñas”.
Cruz Azul perdió 5 finales desde 1992 hasta 2009. «Era un negocio», afirmó Vicente Reyes
El cooperativista jubilado Vicente Reyes lo confirmó. “Por eso durante tantos años no han ganado, era un negocio”.
Es decir, si Cruz Azul era campeón, el club ingresbaa US$1 millón, pero si no, la Cooperativa se quedaba US$40 millones, US$20 millones por semestre. Al parecer el acuerdo engloba un amplio periodo, desde 1992 hasta 2009. 17 años en los que Cruz Azul perdió hasta cinco finales de la liga mexicana.
En el año 2009, la UEFA puso en marcha un sistema de Fair Play financiero, que establecía límites de gasto para cada club en función de sus ingresos. Nueve años más tarde, ‘Football Leaks’ filtró documentos que demostraban que la FIFA y la UEFA habían permitido a PSG y Manchester City, clubes propiedad de Qatar y Abu Dabi, saltarse dicha ley.
Las cantidades bajo sospecha rondan los €2 mil millones, en el caso del PSG, y los €2 mil 700 millones, en el caso del City
Una estructura compleja de ingresos por diferentes conceptos, gobiernos y comisiones ayudó a que ambos clubes, presuntamente, pudiesen gastar más dinero del que les correspondía. Los cables filtrados apuntan a que el gobierno de Qatar habría inyectado de forma antirreglamentaria en las cuentas del PSG cerca de €2 mil millones, maquillando contratos publicitarios con menos valor real del fijado en los papeles.
Algo similar a lo sucedido con Abu Dabi.y el Manchester City. En el caso del club inglés, ‘Football Leaks’ hablaba de €2 mil 700 millones. Los ‘sky blues’ recibieron una sanción leve por ello.
Prácticas que permitirían a ambos clubes competir con ventaja respecto a otros como el Bayern Munich, el Real Madrid o el Barcelona. Estados del Golfo Pérsico disparando las cuentas de ingresos de clubes, con los organismos encargados de controlarlo mirando para otro lado. Todo, con el Mundial de Qatar de fondo.
En el año 2017, y ante la proliferación de compras de clubes por parte de dueños de dudosos intereses, la Premier League se autoimpuso un férreo código ético para controlar la llegada de nuevos propietarios. Entre otras cosas, el filtro prohíbe la entrada de dueños con “cargos criminales, sanciones de organismos deportivos o vulneraciones de las reglas del fútbol” en su historial.
En octubre de 2021, el fondo soberano saudí Public Investment Fund (PIF) completó la compra del Newcastle United por £300 millones. Una nueva incursión en el deporte de la realeza saudí, que está adquiriendo clubes y organizando competiciones internacionales con el objetivo de lavar su imagen.
Las violaciones de derechos humanos, la guerra de Yemen o la implicación en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi cuestionan la presencia de PIF en la Premier.
La CIA apunta a que el presidente del fondo, el príncipe Mohammed bin Salman, cuya fortuna asciende a más de USS350 mil millones, aprobó el crimen de Khashoggi. Incluso se ha publicado que los asesinos utilizaron aviones propiedad de PIF.
La venta salió del congelador cuando Arabia Saudí levantó el veto a la cataría BeIN Sports, dueña de los derechos de la Premier en la región
Sin embargo, la compra superó los filtros. Primero, la Premier dio por bueno que pese a que PIF es un fondo soberano, el Newcastle no será controlado por la familia real saudí.
Por otro lado, la operación, que llevaba meses enquistada, se desbloqueó coincidiendo con el levantamiento del veto de Arabia Saudí a la catarí BeIN Sports. La cadena tiene los derechos de la Premier en Oriente Próximo y el Norte de África por una cantidad que Bloomberg fija en US$500 millones (2022-2025).
Tras la venta, el Newcastle, que marchaba colista en la tabla, realizó fichajes por valor de más de £80 millones, con los que ha conseguido salvar la categoría sin problemas. La próxima temporada, podría invertir más de £300 millones en el mercado. Dinero con el que aspira a conquistar el trono del fútbol mundial.
Neymar Jr. estaba llamado a ser el heredero natural de Messi y Cristiano Ronaldo en el olimpo futbolístico mundial. Pero a sus 30 años, su carrera deportiva, marcada por las lesiones en momentos clave, no se ha acercado a la de los dos dominadores del siglo. En lo económico, en cambio…
El brasileño fichó por el Barcelona en mayo de 2013. Una operación que estuvo bajo la lupa mediática y judicial durante muchos años. El entonces presidente del club, Sandro Rosell, que terminó dimitiendo, afirmó primero que el fichaje había costado €57.1 millones. Después reconoció que fueron €86 millones. El Santos, su club de origen, denunció que sólo había percibido €25 millones. ¿Y el resto?
Las cifras no dejaron de crecer hasta rondar los €200 millones totales. Entre los personajes implicados, destaca la figura de Eduardo Musa, padre y agente del futbolista. ‘Ney Pai’ admitió haber percibido €40 millones en la operación.
Cuatro años después, en otro movimiento polémico y muy cuestionable en lo deportivo, Neymar fichó por el PSG en un traspaso que ascendió a los €222 millones. Un año antes, el futbolista había cobrado €6.7 millones en concepto de bono por renovar su contrato con el Barça. El club lo llevó a juicio.
Y en mitad del proceso, en agosto de 2020, intentó volver a fichar al brasileño.
Millones, comisiones y polémicas que siguen salpicando una carrera que, sobre el césped, se está quedando lejos de lo que apuntaba.
Es el gurú de los agentes. El rey de los traspasos. El gran protagonista siempre que se abre la persiana veraniega o invernal. Jorge Mendes mueve los hilos del mercado futbolístico.
En su cartera brillan algunas de las mayores estrellas del mundo, como Cristiano Ronaldo. Pero además, todas las evidencias apuntan a que Mendes pincha y corta en algunos clubes, una práctica cada vez más habitual entre los representantes.
La influencia de Mendes es grande en clubes como los Wolves, el Valencia, el Atlético de Madrid o el Barcelona, entre otros
Mendes tendría vía libre especialmente en los Wolves ingleses. También influye, probablemente, en el Valencia, cuyo dueño, Peter Lim, es amigo personal del intermediario. Su presencia además se hace notar, por ejemplo, en el Atlético de Madrid o incluso el Barcelona.
Los jugadores portugueses copan las plantillas de algunos de ‘sus’ clubes. El caso más paradigmático es el del Wolves, que cuenta con ocho -dos, Trincao y Semedo, procedentes del Barça-, además del entrenador, Bruno Lage.
La nómina de futbolistas que se han movido de un club a otro de su paraguas es larga. Operaciones que generan flujos de millones y comisiones.
Por Borja Santamaría
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