Por cuarto año consecutivo, los 500 principales bancos del mundo han registrado un incremento en su valor agregado, pero 2025 marca un hito sin precedentes: por primera vez en este periodo, el crecimiento alcanza dos dígitos, situándose en un 13 %. Este repunte contrasta con los modestos avances de alrededor del 2 % observados en ejercicios anteriores y se acerca al máximo histórico del 15% registrado en 2019.
El valor total de las marcas bancarias asciende a 1.6 mil millones dólares, consolidando la recuperación del sector tras años de incertidumbre económica.
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El aumento en los tipos de interés en las principales economías ha sido un catalizador clave para este desempeño, impulsando tanto los márgenes financieros como las valoraciones bursátiles. Sin embargo, los analistas señalan que el crecimiento sostenido responde a tendencias más profundas: una regulación más estricta, la aceleración de la innovación digital, el giro hacia ingresos basados en comisiones en lugar de intereses, y una estrategia más agresiva en la construcción de marca para diferenciarse en un mercado altamente competitivo.
La transformación digital se ha convertido en un pilar fundamental. Los bancos tradicionales están invirtiendo en mejorar la experiencia del cliente mediante plataformas intuitivas, mientras que las entidades emergentes, como los neobancos, están redefiniendo el sector con modelos ágiles y centrados en el usuario.
Dos nombres destacan por su crecimiento exponencial: Revolut y Nubank. El primero, con sede en el Reino Unido, incrementó su valor en un 795 %, alcanzando los 1,900 millones de dólares. Su estrategia de marketing masivo, incluyendo campañas como «Future of Money» en 17 mercados, le permitió escalar 327 puestos en el ranking, ubicándose en el puesto 144.
Por su parte, Nubank, el gigante brasileño, registró un aumento del 19 5%, llegando a los 4,000 millones de dólares. Su expansión en Colombia y México, sumada a una base de clientes en rápido crecimiento, lo catapultó al top 100 global, posicionándose como la cuarta marca bancaria más valiosa de América Latina.
Otro caso notable es el del neobanco holandés bunq, que debutó en el ranking en el puesto 309. Su enfoque en productos flexibles y eventos presenciales para fomentar comunidad ha sido clave en su éxito. «Queremos construir un banco que la gente elija por conveniencia, no por obligación», explica su directora de estrategia.
En la cima del ranking, los cuatro mayores bancos chinos, ICBC, Banco de Construcción de China, Banco Agrícola de China y Banco de China, mantienen su liderazgo. ICBC, en particular, celebra su noveno año consecutivo como la marca bancaria más valiosa del mundo, con un valor de 79,100 millones de dólares.
Su estrategia se ha centrado en financiación tecnológica, verde e inclusiva, reforzando su presencia tanto en el mercado doméstico como internacional.
Aunque el crecimiento agregado de las marcas chinas fue del 6 %, inferior al promedio global, su peso en el sector sigue siendo indiscutible. Sin embargo, no todas las entidades del gigante asiático tuvieron un buen desempeño: diez de los veinte bancos que más cayeron en valoración son chinos, evidenciando las tensiones en un mercado cada vez más competitivo.
En Estados Unidos, el crecimiento fue del 8 %, con Bank of America liderando por quinto año consecutivo. Su valor aumentó un 21 %, alcanzando los 45,000 millones de dólares.
Chase, por su parte, superó a Wells Fargo gracias a un incremento del 23 % en su valoración, consolidándose como el sexto banco más valioso del mundo.
Tras años de estancamiento, las marcas bancarias europeas experimentaron un repunte del 24 %, el mayor crecimiento regional. HSBC sigue siendo el banco más valioso de Europa, con un aumento del 39 % en su valoración (27,800 millones de dólares).
Alemania también destaca con el regreso de Deutsche Bank al top 50 mundial, tras seis años de ausencia. Su valor creció un 47 %, impulsado por una estrategia de reposicionamiento de marca y la capacitación de miles de empleados como embajadores de su propuesta de valor.
Portugal fue el país con el mayor crecimiento (123 %), gracias a la incorporación de dos nuevos bancos al ranking: Banco Montepio y Novo Banco.
A medida que la banca se vuelve más digital, mantener la conexión emocional con los clientes se ha convertido en un reto crítico. Los neobancos apuestan por transparencia y seguridad, mientras que los tradicionales refuerzan su presencia física con asesoramiento personalizado.
«La confianza ya no se construye solo con sucursales, sino con experiencias fluidas y soluciones a medida», señala un ejecutivo de Deutsche Bank. Revolut, por ejemplo, ha integrado la seguridad en su ADN, mientras que bunq prioriza el feedback constante de sus usuarios para adaptarse a sus necesidades.
El ranking 2025 refleja un sector en transformación, donde la innovación digital y la capacidad de adaptación marcan la diferencia. Los neobancos siguen ganando terreno, pero los grandes jugadores tradicionales no se quedan atrás, reinventándose para mantener su relevancia.
Con un crecimiento récord y una competencia cada vez más feroz, el futuro de la banca dependerá de su habilidad para equilibrar eficiencia tecnológica y conexión humana. Quienes logren este equilibrio no solo sobrevivirán, sino que liderarán la próxima década financiera.
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