Nissan y Honda exploran una alianza estratégica para enfrentar la creciente competencia global, especialmente en el mercado de vehículos eléctricos dominado por China y EE. UU.
La industria automotriz global está en un punto de inflexión. Los gigantes japoneses Nissan y Honda han confirmado que están explorando posibilidades de colaboración, según declaraciones recientes recogidas por la agencia EFE. Si bien aún no hay un anuncio oficial sobre una fusión, medios japoneses como Nikkei y Kyodo apuntan a conversaciones avanzadas que podrían cambiar el panorama automotor global.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
Esta posible alianza estratégica, que podría incluir también a Mitsubishi Motors, colocaría a Nissan y Honda como el tercer mayor fabricante de vehículos del mundo. La fusión llegaría en un momento crítico para la industria, caracterizado por el rápido ascenso de las marcas chinas de vehículos eléctricos y la competencia feroz de empresas como Tesla.
El principal motivo detrás de esta posible unión es enfrentar la creciente presión competitiva en el mercado global. La expansión de empresas chinas como BYD, con vehículos eléctricos más económicos y de alta tecnología, ha impactado significativamente las ventas de las marcas tradicionales en mercados clave como China.
Según datos recientes, Nissan y Honda han visto caer sus ventas en China, especialmente en los últimos trimestres. A esto se suma el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2025, lo que podría traer consigo aranceles más altos a las exportaciones japonesas. Estas circunstancias obligan a los fabricantes nipones a buscar soluciones que garanticen su rentabilidad y competitividad a largo plazo.
De concretarse la fusión, las ventas combinadas de Honda y Nissan alcanzarían alrededor de 8 millones de vehículos al año, una cifra que los posicionaría como un líder global detrás de Toyota y Volkswagen. En 2023, Honda vendió 3.98 millones de unidades, mientras que Nissan colocó 3.37 millones.
Según Nikkei, ambas empresas estarían evaluando un modelo de «holding», donde se unirían los activos de ambas corporaciones, con una participación equitativa que se definiría más adelante. Esta estructura les permitiría compartir tecnología, reducir costos y fortalecer su capacidad de producción, especialmente en el competitivo mercado de vehículos eléctricos.
De consolidarse, la industria automotriz japonesa quedaría dividida en dos grandes bloques:
El impacto de esta posible alianza no se hizo esperar. Tras conocerse las primeras informaciones sobre la fusión, la Bolsa de Tokio suspendió temporalmente la cotización de Nissan, lo que generó especulaciones entre los inversores. Una vez reanudadas las operaciones, las acciones de Nissan subieron un impresionante 23 %, reflejando las expectativas positivas sobre la operación. Por el contrario, las acciones de Honda cayeron un 3 %, en parte por la incertidumbre inicial en torno a los términos de la alianza.
La reacción del mercado destaca la esperanza de que esta posible fusión sirva para revitalizar a Nissan, una empresa que enfrenta serios desafíos financieros. Durante el primer semestre del año fiscal abril-septiembre, Nissan registró una caída del 93.5 % en su beneficio neto interanual, afectada principalmente por la contracción de sus ventas en China.
En respuesta a esta situación, Nissan anunció en noviembre un recorte de 9,000 empleos a nivel global y la reducción de su capacidad de producción en un 20 %. La posible fusión con Honda representa, para muchos analistas, una oportunidad para reorganizar sus operaciones y recuperar su rentabilidad.
La alianza entre Nissan y Honda tiene un eje claro: la producción de vehículos eléctricos y tecnologías de última generación. Ambas compañías enfrentan el desafío de adaptarse al mercado automotor en plena transición hacia la electromovilidad.
Desde marzo de 2024, ambas firmas habían anunciado conversaciones para colaborar en la producción de componentes y software para vehículos eléctricos, con el objetivo de reducir costos y mejorar su competitividad. Estas alianzas tecnológicas son fundamentales en un mercado donde la innovación y la eficiencia determinan el éxito de las empresas.
A este esfuerzo se unió en agosto Mitsubishi Motors, donde Nissan posee el 34 % de participación. La integración de Mitsubishi al proyecto fortalecería aún más la capacidad tecnológica y productiva del nuevo conglomerado.
Los analistas coinciden en que la posible fusión entre Nissan y Honda podría redefinir la industria automotriz. En un entorno marcado por la competencia de gigantes como Tesla y BYD, la consolidación de empresas japonesas parece ser una respuesta lógica para proteger su participación en el mercado global.
La alianza permitiría a Nissan y Honda compartir recursos, optimizar costos y acelerar el desarrollo de vehículos eléctricos y tecnologías autónomas. Además, les daría la capacidad de competir con mayor fuerza en mercados clave como China, Europa y Estados Unidos.
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
