En uno de los momentos más delicados de la historia de The Walt Disney Company, Bob Iger regresó al mando de la compañía. Con aura de Mesías, su objetivo era rescatar a la compañía de una delicada dinámica motivada por la pandemia, colocarla en el buen camino, y dejar el cargo en dos años.
Ahora, Disney anuncia que Bob Iger continuará como CEO hasta 2026. ¿Qué ha cambiado?
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El proceso se sucesión es la clave de que el plazo inicialmente previsto se amplíe dos años más. Así lo esgrimió el propio Iger en un comunicado, según recoge la agencia de noticias EFE.
Al parecer, Disney no ha dado todavía con el perfil idóneo para gestionar la zona de turbulencias en la que lleva atrapado desde que inició la pandemia. «No se puede enfatizar lo suficiente la importancia del proceso de sucesión», afirma el alto ejecutivo, que durante su segunda etapa al frente del grupo ha activado un plan de «decisiones difíciles».
Iger recuperó el mando de Disney en noviembre. Se encontró una situación antagónica a la que dejó al finalizar su primera etapa, entre 2005 y 2020. Su salida fue un canto al oportunismo: semanas después estalló la pandemia, golpeando con fiereza a la corporación.
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De ahí que los movimientos del ejecutivo, nacido en Nueva York hace 72 años, en esta segunda era no se parezcan en nada a los que tomó en aquellos fulgurantes quince años, en los que convirtió Disney en el mayor grupo de entretenimiento del planeta.
Esa década y media estuvo marcada por las apuestas ambiciosas en forma de compras:
Son las cuatro adquisiciones más destacadas de un período en el que Disney multiplicó su valor por 5. Además, Iger rubricó su legado con la creación de Disney+. Sin embargo, en un momento de dificultades como el actual, algunos expertos apuntan a que la lucha por el negocio del streaming y la inversión que requiere también está generando dolores de cabeza a la empresa.
Con Iger fuera del volante, Disney perdió el 14.2 % de su valor en 2021 y 41 % en 2022, afectado de lleno por el virus y los cierres que ocasionó. Las restricciones generaron pérdidas de US$2.4 mil millones en los parques temáticos, mientras que la división de cruceros tampoco pudo funcionar con normalidad.
Así, durante su segunda era, Iger ha decretado un plan drástico de recorte de gastos que ejecutará 7,000 despidos en total, con el objetivo de «hacer frente a problemas estructurales y de eficiencia».
Una hoja de ruta que incluyó el cierre de la sección dedicada al metaverso, que empleaba a alrededor de 500 personas, y el despido de Ike Perlmutter, presidente y figura clave en el resurgimiento de Marvel. La relación entre Perlmutter e Iger era, al parecer, tensa. Marvel quedará integrada en otra división de Disney.
Completar ese plan de reestructuración y recortes, y formar o detectar a la persona que le sucederá; son los dos grandes objetivos de Bob Iger hasta 2026.
Borja Santamaría
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