Heineken ha vendido su negocio en Rusia por 1 euro. La frase aconseja buscar la lectura oculta, el doble sentido, el truco que explique qué hay detrás de una operación tan extraña. Sin embargo, no hay trampa. Efectivamente, Heineken ha traspasado su negocio en Rusia a Arnest por la simbólica cantidad de €1. ¿Por qué a ese precio?
Como recoge la BBC, Heineken sale de Rusia un año y medio después de comprometerse a tomar esa medida. Lo hacen ‘regalando’ su negocio, que incluye 7 fábricas. La cervecera cuantifica las pérdidas que supondrá este paso en más de US$325 millones. Por tanto, la pregunta sigue siendo: ¿por qué a ese precio?
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Para explicar la llamativa operación, la cervecera pone el foco en sus trabajadores. Como parte de la operación, Arnest garantiza contratar a los 1,800 empleados de la cervecera en Rusia. Este compromiso tendrá una duración mínima de tres años.
El camino de salida culminará dentro de alrededor de seis meses. Si bien la cerveza Heineken ya no se producía en Rusia desde el año 2022, una de las marcas del grupo, Amstel, seguirá un proceso de despedida gradual, hasta dejar de producirse en el país dentro de medio año.
La marcha de Heineken de Rusia ha sido larga, compleja. «Hemos tardado más de lo que esperábamos», apunta el CEO y presidente, Dolf van den Brink. El ejecutivo celebra, sin embargo, que finalmente la operación «asegura el futuro de nuestros trabajadores y nos permite salir del país de forma responsable».
«Los acontecimientos recientes demuestran los desafíos que enfrentan las grandes empresas al salir de Rusia», señala Van den Brink. En este sentido, la BBC apunta a las operaciones por las cuales Vladimir Putin se hizo con la propiedad de los negocios de marcas como Danone o Carlsberg en el país. Otro caso llamativo es el de Domino’s Pizza, que ante los obstáculos y complejidades decidió directamente cerrar el negocio, renunciando a venderlo.
Estas dificultades y conflictos comenzaron a surgir hace alrededor de año y medio, tras la primera oleada en la que diversas multinacionales salieron de Rusia. A partir de entonces, el gobierno de Putin ha puesto todo tipo de trabas, incluyendo el pago de tasas por venta de activos.
En el caso de Heineken, la empresa ha apostado por completar el proceso de traspaso para intentar que sus empleados no se vieran afectados. El nuevo dueño del negocio es Arnest Group, corporación especializada en la fabricación de envases metálicos, sobre todo latas para aerosoles, y productos para el hogar. Fue fundada en los años 70 y tiene su sede central en Nevinnomyssk, al suroeste de Rusia.
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