Resulta imprescindible el uso de una o varias tarjetas de crédito para poder generar un buen historial crediticio para así, posteriormente, ser un buen candidato al solicitar productos financieros como préstamos de varios dígitos. Y, contar con un buen crédito en los buró cubre completamente una de las etapas de la pirámide de Maslow.
Las tarjetas de crédito conllevan una gran responsabilidad, por lo cual es importante educarse en finanzas personales antes de usar el producto indiscriminadamente. Así como es deber del agente bancario informar sobre el uso adecuado, también cada cliente puede –y debe– interesarse en obtener el mayor provecho de los beneficios.
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Utilizar la tarjeta en compras a largo plazo sin intereses. De esta forma se aprovecha la oferta de la tienda o local, mientras se paga el producto paulatinamente, logrando que la tarjeta mantenga un saldo activo y funcional.
Sin embargo, expertos evitan recomendar su uso para pagos regulares como compras de la casa (en supermercados), gasolina, entre otros, debido a que simplemente causará un aumento en sus cobros mensuales.
Ser puntual en la fecha de pago. Para ello usted puede tener una plantilla en la cual su organización funcione más eficiente, así se asegura de cumplir con los pagos mensuales, evitando siempre mantenerse al margen del «pago mínimo»; aunque parezca una buena opción –y, en casos extremos, lo sea–, el ‘truco’ le haría daño a su bolsillo.
Los buró de crédito almacenan la información que instituciones crediticias o empresas que ofrezcan productos a crédito de cada usuario en una base de datos accesible por entidades financieras; allí está visible todos los productos adquiridos, si ha habido algún retraso y en qué fecha.
Pese a esto, usted es la única persona que puede acceder sin previo consentimiento a su información crediticia.
Revisar su estado de cuenta. Tras el límite de su fecha de pago, revise su estado de cuenta y haga un contraste de los gastos realizados y los cobros en su tarjeta, manteniendo pendiente aquellos consumos innatos del banco al haber solicitado las tarjetas de crédito.
Conserve los voucher de sus compras, pues en caso de detectar anomalías, debe reportarlo inmediatamente y tener constancia de ello.
Úsala. Sí, claro, úsala, para eso está el pequeño préstamo encasillado en una tarjeta de plástico, pero con inteligencia. Pues, saber aprovechar ofertas, programas de lealtad y acumular puntos canjeables por boletos de avión, noches en hoteles, electrodomésticos, entre otros, solo trae beneficios para usted. (pfm)
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