¿Existe la vida sin inflación? El caso de Bolivia

Por [email protected] | julio 15, 2022

La inflación es el gran dolor de cabeza de la economía mundial. Gobiernos y bancos centrales se devanan los sesos para encontrar la salida al laberinto, mientras el poder adquisitivo de empresas y ciudadanos no deja de caer. Los combustibles, los alimentos o las materias primas son cada vez más caros, y las subidas de tipos de interés no terminan de cerrar la herida. Un escenario que se vive en todos los países… O en casi todos. Porque algunos, pocos, son capaces de navegar bajo la tormenta global, manteniendo una inflación muy baja; es el caso de Bolivia.

Los datos de inflación en Bolivia

Pese a que junio fue el mes con mayor inflación del 2022 en el país, la tasa se mantuvo muy por debajo de las de sus vecinos. El Banco Central de Bolivia informó de una subida de precios del 0.39 % en el mes. Un dato que deja la tasa acumulada en el primer semestre en el 1.18 %, mientras que la interanual se establece en el 1.79 %.

Estas son las tasas interanuales de otros países de Latinoamérica:

  • Venezuela: 170 %
  • Argentina: 64 %
  • Chile: 12.5 %
  • Brasil: 11.89 %
  • Paraguay: 11.5 %
  • Nicaragua: 10.37 %
  • Honduras: 10.22 %
  • Colombia: 9.67 %
  • República Dominicana: 9.48 %
  • Uruguay: 9.29 %
  • Perú: 9.32 %
  • México: 7.99 %
  • El Salvador: 7.76 %
  • Guatemala: 7.55 %
  • Ecuador: 4.23 %

¿Cómo lo han conseguido?

Existen varias claves que explican cómo, mientras casi todas las economías mundiales sufren el golpe de la subida de precios, Bolivia mantiene su inflación por debajo del 2% interanual:

Tipo de cambio fijo con el dólar

Un dólar equivale a 6.95 bolivianos. Una fórmula que se mantiene inalterable. El tipo de cambio en Bolivia es fijo desde hace más de 10 años. El gobierno se encarga de ello, inyectando dólares de su reserva cuando la economía lo necesita.

El tipo de cambio se mantiene inamovible en Bolivia desde hace más de una década

Así, mientras en diversas partes del mundo, la debilidad de las monedas se traduce en exportaciones más caras y, por tanto, en un aumento de precios general, Bolivia se mantiene estable. Una realidad que, además, genera confianza, incentivando que los ciudadanos ahorren en bolivianos y no en dólares. Por otro lado, se corre el riesgo de que las mayores facilidades para importar terminen desincentivando la producción local.

Precio de la gasolina administrado por el gobierno

Si el tipo de cambio se mantiene fijo desde hace una década, el gobierno mantiene el control del precio de la gasolina desde hace ya 18 años. En Bolivia existe un monopolio estatal encargado de distribuir la gasolina. Así, un galón cuesta US$2.055, y lo seguirá haciendo hasta que el ejecutivo lo decida.

Así, para evitar que la inflación mundial del precio de la energía desemboque en un aumento del precio de la gasolina en Bolivia, el gobierno tiene en marcha un plan de subsidios que amortigua el golpe.

También sobre subsidios: Más de RD$34 mil millones contra la inflación; así los ha distribuido RD

luis arce presidente de bolivia, el pais de sudamerica con la inflacion mas baja
Luis Arce, presidente de Bolivia

Planes para controlar los precios de los alimentos

La política pública de control del precio de la gasolina se traslada también a los alimentos, otro de los principales afectados por la inflación global. Por un lado, la estabilidad en los combustibles ayuda a que los productores agrarios no vean cómo sus gastos crecen.

Por otro, el gobierno cuenta con planes de apoyo a los productores agropecuarios y con un mecanismo llamado Fondo Rotatorio de Seguridad Alimentaria. Este se encarga de, cuando detecta una necesidad, importar alimentos e introducirlos en el mercado a un precio más ajustado. Por ejemplo, hace algunos meses, y con el objetivo de controlar el precio del pan, aportó 10 mil toneladas de harina de trigo.

Aumento de la producción agropecuaria

Un factor añadido que ha jugado a favor de la estabilidad de precios de los alimentos ha sido el aumento de producción de algunos productos, especialmente de tomates y cebollas. Desde el propio gobierno apuntan a este elemento como clave para que la inflación no se altere.

Control de las exportaciones

Otra herramienta que los gobernantes tiene en su mano para sostener los precios tiene que ver con el comercio exterior. Para exportar un producto boliviano, es imprescindible que el gobierno conceda un certificado de exportación. Así, cuando las autoridades detectan un posible problema de desabastecimiento de un determinado bien, dejan de dar certificados para comerciar con él, conteniendo una posible subida de precio.

Riesgos y horizonte

En definitiva, el gobierno moviliza importantes recursos para controlar el tipo de cambio de su moneda o los precios de alimentos y gasolina. Se calcula que la inversión ronda los US$4 mil millones anuales, cerca del 12 % del Producto Interior Bruto.

¿Se verá obligado el gobierno de Bolivia a alterar el tipo de cambio o el precio de la gasolina? Es la gran incógnita

Un esfuerzo importante para mantener a raya la inflación que implica riesgos. Es una incógnita cuánto tiempo podría el gobierno mantener un nivel de inversión semejante. De hecho, se calcula que la deuda pública podría alcanzar el 80 % del PIB a final de 2022, muy por encima dela de sus vecinos.

De ahí que varios expertos apunten a la imposibilidad de mantener, por ejemplo, inamovible el precio de la gasolina durante muchos meses. Otras voces señalan que el gobierno podría verse obligado a dejar de inyectar dólares en la economía, devaluando la moneda.

Por ahora, Bolivia vive una situación idílica en lo que a la evolución de los precios se refiere. Sin embargo, mayo y junio han sido los dos meses con más inflación desde verano. Mientras, la guerra en Ucrania se alarga. El desafío está servido para uno de los países con menos inflación del mundo.

Por Borja Santamaría

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