República Dominicana y su sector privado, se encuentran en una coyuntura donde convergen las reconfiguraciones globales y la dinámica económica propia del país. En ese sentido, el Banco Mundial, en conjunto con la Corporación Financiera Internacional (IFC), presentaron un diagnóstico del sector privado dominicano.
Bajo el título ‘Creando mercados en la República Dominicana. Oportunidades de inversión y vías de crecimiento para lograr mayor valor agregado, resiliencia e inclusión‘, se presenta el estado del crecimiento económico del país, así como sus retos y oportunidades de cara al futuro, sin dejar de lado una serie de recomendaciones.
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El diagnóstico indica que República Dominicana cuenta desde hace tiempo con «sólido sector privado, que ha sustentado dos décadas de considerable crecimiento y reducción de la pobreza».
Precisa que la media isla es la mayor economía del Caribe y la octava de América Latina.
Gracias a sus recursos productivos, reformas orientadas al mercado y su estabilidad macroeconómica, «han posicionado al país como un destino atractivo para la inversión».
Sin embargo, el diagnóstico advierte que, a pesar del fuerte crecimiento económico, «la informalidad laboral sigue siendo alta y la reducción de la pobreza ha sido desigual en términos espaciales».
Por otro lado, aunque la deuda del sector público es sostenible, «persisten los riesgos de impacto negativo que siguen siendo elevados». En ese sentido, indican que la deuda del sector público consolidado creció del 37 % al 51 % del PIB del 2010 al 2019; se disparó hasta el 69 % en 2020 y posteriormente comenzó a disminuir gradualmente, para cerrar en el 58.6 % en 2022.
Otra de los riesgos a los que el país debe hacerle frente es el cambio climático, ya que «se cierne como un riesgo fundamental en la trayectoria de desarrollo de la RD».
El turismo y la agricultura, sector críticos de la economía dominicana, se encuentra sujeta a los potenciales riesgos que suponen los fenómenos naturales, por lo que, de acuerdo con el reporte, «la diversificación de exportaciones e Inversión Extranjera Directa (IED) hacia actividades más sostenibles, (…) pueden fortalecer la sostenibilidad del crecimiento económico de República Dominicana».
Además, alerta que las carteras de las exportaciones y la IED » no están diversificadas y dependen cada vez más del turismo y de un número reducido de bienes, lo que agrava la exposición a los riesgos del cambio climático».
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El diagnóstico indica que, «las actividades manufactureras en las Zonas Francas Exportadoras están contribuyendo a un auge de los productos de mayor valor agregado y a la diversificación».
Por otro lado, alerta de la ausencia de encadenamientos productivos significativos entre el número de empresas formales y orientadas a la exportación y un grupo de empresas locales grandes en el sector manufacturero.
En primer lugar, el diagnóstico de cuenta que el ‘nearshoring‘, «representa una oportunidad propicia para que RD aproveche y dé un giro hacia una trayectoria económica más competitiva, inclusiva y resiliente.
Así, para aprovechar la oportunidad, el país debe volcarse en una propuesta única de valor, basada en ventajas competitivas estructurales y sostenibles. Esto implica:
Lo anterior se enmarca en tres áreas de políticas transversales para «forjar una senda más resiliente e inclusiva»:
Adicionalmente, el diagnóstico identifica tres oportunidades clave de inversión, donde el sector privado puede fomentar el crecimieto del mercado por medio de una economía sostenible.
Dispositivos Médicos y Servicios Conexos (‘Medtech’). Aprovechar la demanda y tendencia mundial de ‘medtech’.
Estimular el crecimiento de la industria manufacturera, tomando en cuenta la alta demanda de suelo industrial y la creación de bienes inmuebles industriales con indicadores medioambientales y sociales, para aumentar la competitividad exportadora del país.
Agro-logística. Aprovechar la posición geográfica del país para el desarrollo logístico, considerando el papel que puede desempeñar un desarrollo agrícola climáticamente inteligente, entre otros.
Gabriel Rico Albarrán, con información del documento «Diagnóstico del sector privado».
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