Tras un 2022 marcado por la fortaleza del dólar y las tensiones de algunas monedas de América Latina por aguantar el tirón, el 2023 ha completado su primer trimestre en un escenario que mantiene altos niveles de incertidumbre financiero.
La inflación sigue vigente, empujando a tasas de interés elevadas. Enfrente, la caída de Silicon Valley Bank (SVB) exige prudencia y precisión a la hora de aumentar aún más el precio del dinero.
Las dudas planean sobre un contexto general en el que el sistema financiero latinoamericano parece demostrar solidez. En cuanto a sus divisas, el comportamiento varía según el país. En términos generales, la mayoría han caminado al alza durante estos tres meses…, con una gran excepción.
A continuación, analizamos cómo ha sido el primer trimestre de 2023 para las principales monedas de América Latina (datos de Google Finance).
Los pesos mexicano y chileno lideran el crecimiento de las divisas regionales. En México, su moneda alcanzó su pico más alto a principios de marzo, estableciéndose por debajo de los 18 pesos por dólar (comenzó el año en 19.5 pesos por dólar).
Tras un repunte de dos semanas que elevó el cambio a más de 19 pesos, en un contexto de preocupación general por la crisis de SVB, la divisa ha vuelto a la frontera de los 18.
En Chile, tras un 2022 de pronunciados altibajos que terminó dejando las cosas como estaban un año antes, la divisa arrancó el ejercicio con fuerza, bajando de los 800 pesos por dólar. En julio de 2022 llegó a superar los 1,050 pesos por dólar.
El real brasileño ha vivido dos momentos llamativos en lo que va de 2023. Los primeros días del año fueron complicados, con una caída de casi el 4 % en apenas dos jornadas, coincidiendo con la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente.
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Sólo un mes más tarde, la moneda se situaba a casi 5 reales por dólar, un 8 % más fuerte que en el pico de principios de enero. Actualmente, tras una ligera caída en febrero y marzo, el real regresa a su punto álgido del año. A 1 de abril, el cambio se situaba a 5.06 por dólar.
En cuanto al peso colombiano, tras un 2022 especialmente complicado en el que cedió casi un 20 %, ha comenzado el 2023 remontando el vuelo. Con momentos mejores y peores, la divisa mostró un crecimiento trimestral del 4 %.
El crecimiento estable ha guiado la senda del peso dominicano a partir de febrero. Tras un 2022 en el que se fortaleció un 2.06 % respecto al dólar, el cambio a 1 de enero se estableció a 56.25 pesos el dólar. Sin grandes sobresaltos, el 4 de febrero alcanzó su nivel más bajo, con 57.16 pesos por dólar.
Desde entonces, ha ido ganado impulso paso a paso, hasta fijar su punto álgido el 18 de marzo, con 54.04 pesos por dólar. La divisa de RD terminó el trimestre a 54.8 pesos por dólar. Supone un crecimiento del 2.6 % desde el 1 de enero.
Las trayectorias del peso uruguayo y el sol peruano han sido similares, con la estabilidad dominando un panorama que les ha llevado a crecer un 2.9 % y un 1 %, respectivamente. La divisa uruguaya mantiene así su fuerte dinámica de 2022, cuando aumentó un 10.4 % anual respecto al dólar.
En Argentina el panorama es opuesto. El peso sigue perdiendo fuelle en 2023 y lo hace de forma constante. Su caída es regular y significó en una divisa que el 1 de abril era casi un 18 % menos valiosa respecto al dólar que el 1 de enero.
La inflación interanual ha superado el 102 %, lo que unido a la presencia de otros tipos de cambio, los desequilibrios macroeconómicos, el déficit o la escasez de divisas internacionales dibujan un panorama en el que peso sigue ahogándose. La caída en 2022 fue del 72.1 % y el 2023 va en camino de cifras también impactantes.
Borja Santamaría
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