Deuda externa, deuda extrema de Ucrania

Por Gabriel Rico Albarrán | noviembre 23, 2022

Ucrania era ya uno de los países más empobrecidos de Europa antes del ataque y acumulaba una deuda externa cercana al 72 % de su PIB, dos problemas que la ofensiva rusa puede cronificar. Pero, por si eso fuera poco, mucho del dinero que llega para ayudar al país a lidiar con la guerra acaba directamente saliendo para pagar las deudas. Para poner un momentáneo freno a este sinsentido contable, Occidente va a conceder un respiro a su aliado en el pago de la deuda, para que pueda acometer el prioritario gasto bélico

Los acreedores extranjeros de Ucrania respaldaron su solicitud de congelación de dos años de los pagos de casi US$20,000 millones en bonos internacionales, una medida que permitirá al país devastado por la guerra evitar un impago de la deuda, según informaciones de Reuter. Sin señales de paz o de un alto el fuego en el horizonte, los tenedores de bonos acordaron posponer los pagos de intereses y capital de 13 bonos soberanos ucranianos con vencimiento entre 2022 y 2033.

BlackRock, Fidelity International, Amia Capital y Gemsstock Ltd se encuentran entre los mayores tenedores de deuda ucraniana, cuyo valor se ha desplomado en más de un 80 % desde que comenzó la concentración de tropas rusas en sus fronteras a fines de 2021.

Ukraine / External-Debt

La deuda de Ucrania tiene la misma consideración que la de Sri Lanka, en quiebra y con una crisis humanitaria, y de El Salvador y su fallido criptoproyecto financiero. A Ucrania se le complica mucho financiarse y devolver la deuda que ya tiene. Antes de que estallara la guerra, porque el conflicto y sus secuelas económicas se arrastran desde 2014, la deuda pública externa de Ucrania ascendía a unos 57,000 millones de dólares, o lo que es lo mismo el 25 % de su Producto Interior Bruto (PIB).

Pero las cifras han cambiado mucho por que el PIB de Ucrania “caerá sobre un 40 % este año”, lo que aumenta esa proporción entre deuda y PIB y complica su devolución al disminuir notablemente sus ingresos fiscales debido al parón económico y la enorme bajada en sus exportaciones. El segundo motivo es la emisión de nueva deuda para sufragar los costes militares, los llamados “bonos de guerra”.

Fuente: Tradingeconomics & Bank of Ukraine.

Los fríos números

Solo en 2022 Ucrania debía devolver cerca de 18,500 millones de dólares de deuda externa, de los que 5,700 millones corresponden a los compromisos que mantiene el Gobierno con los acreedores internacionales, según elordenmundial.com. Pero, por mucho que la autoridades defendieran al principio de la invasión que seguirían «honrando la deuda aún en estas condiciones extraordinarias», una reestructuración de los pagos parece inevitable. Al posible aplazamiento de la deuda se suman, además, nuevos préstamos millonarios —sujetos también a nuevas reformas políticas y económicas— que seguirán agrandando la hipoteca ucraniana. En este sentido, el Banco Mundial se ha comprometido a prestar a Ucrania 3,000 millones de dólares, el Fondo Monetario Internacional 1,400 millones y la Unión Europea 1,200 millones de euros, mientras que Estados Unidos ha ofrecido contribuir con otros 1,000 millones de dólares.

El inmovilizado ruso

La gran incógnita es cómo financiar la reconstrucción del país, el gran reto a largo plazo de Ucrania, y si la deuda seguirá aumentando sin control. La respuesta variará en función de la duración de la invasión y el grado de destrucción sufrido. Aquí cabe recordar que los EEUU, la UE y sus aliados tienen inmovilizados activos por valor de US$300,000 millones del Banco Central de Rusia, en el marco de las sanciones internacionales, y que podría suponer el “maná” salvador, llovido de ese cielo del que ahora sólo caen misiles.

La deuda de Ucrania tiene la misma consideración que la de Sri Lanka, en quiebra y con una crisis humanitaria, y de El Salvador y su fallido criptoproyecto financiero. A Ucrania se le complica mucho financiarse y devolver la deuda que ya tiene. Antes de que estallara la guerra, porque el conflicto y sus secuelas económicas se arrastran desde 2014, la deuda pública externa de Ucrania ascendía a unos 57,000 millones de dólares, o lo que es lo mismo el 25 % de su Producto Interior Bruto (PIB). Pero las cifras han cambiado mucho por que el PIB de Ucrania “caerá sobre un 40 % este año”, lo que aumenta esa proporción entre deuda y PIB y complica su devolución al disminuir notablemente sus ingresos fiscales debido al parón económico y la enorme bajada en sus exportaciones. El segundo motivo es la emisión de nueva deuda para sufragar los costes militares, los llamados “bonos de guerra”.

Alejandro Andrés Uranga

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