El futuro de los restaurantes podría estar tomando forma en América Latina. Allí es donde RobinFood, una startup tecnológica de dos años en Bogotá, está construyendo una cadena para la era pospandémica, en la que los comensales casi no tienen contacto con el personal, ya que los pedidos digitales de comidas, que cuestan unos pocos dólares, se entregan o se recogen en una moderna máquina expendedora.
Armada con nuevo capital de MGM Innova Capital, una firma de capital privado con sede en Miami, RobinFood planea una expansión de 50 tiendas a 1.000 (un crecimiento de 1.900%) durante los próximos cinco años, lo que la convertiría en una de las cadenas más grandes de la región. Una clave del modelo es que cada ubicación producirá alimentos para hasta cuatro de las siete marcas de la empresa —desde bowls de arroces, hamburguesas y porciones de pizza— en lo que a menudo se conoce como concepto de “cocina en la nube”, según José Guillermo Calderón, director ejecutivo y cofundador.
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“El covid ha sido muy bueno para la adopción de opciones digitales”, dijo Calderón en una entrevista desde Bogotá, donde la compañía comenzó en 2018 bajo la marca MUY. Durante la pandemia, “a la gente le encanta limitar el contacto humano mientras busca acceder a alimentos frescos”.
RobinFood es parte de un impulso de la industria para encontrar nuevos modelos comerciales después de que el covid-19 diezmara el sector. Los restaurantes han recurrido a la venta de comestibles y a espacios de cocina compartidos.
Una apuesta por el negocio de la alimentación llega en un momento de riesgo, especialmente en Latinoamérica, un foco del coronavirus. La Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica dijo que más de la mitad de sus casi 90.000 restaurantes han cerrado.
Para combatir un entorno difícil, RobinFood intenta atender a una gran parte de la población que no puede pagar la mayoría de los restaurantes. Una comida promedio cuesta alrededor de US$2, según Calderón. La cadena mantiene los precios así bajos al reducir el desperdicio de alimentos con un software que vincula la demanda en tiempo real en cada ubicación con la cantidad de alimentos que se envían. La empresa también minimiza los costos laborales, como la necesidad de menos cajeros.
Calderón y su socio, Miguel McAllister, fundaron anteriormente otras dos nuevas empresas, incluida la aplicación de entrega Domicilios.com que fue comprada por Delivery Hero con sede en Alemania en 2014 y luego se fusionó con iFood, una de las empresas de entrega más grandes de América Latina.
RobinFood ha recaudado un total de US$36 millones y necesitará hasta US$200 millones a medida que crece. Es una tarea difícil, pero si la expansión tiene éxito, Calderón dijo que una oferta pública inicial podría estar en proceso para 2026.
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