Con la llegada del COVID-19 y las medidas restrictivas para combatirlo, la economía ha sufrido una gran caída que ha repercutido con dureza en el mercado laboral.
Aún más en el caso español, que ha protagonizado la mayor caída de Europa del Producto Interior Bruto (PIB) en el segundo trimestre con un 18 % de descenso. Respecto al mercado laboral, 3,4 millones de empleados tuvieron que asumir un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE). Tras 5 meses, 773.000 personas aún siguen en ERTE. La medida quería evitar un despido máximo que incrementará la tasa de paro a cuotas desorbitadas.
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Lo cierto es que la pandemia del coronavirus ha impulsado la tasa de paro al 15,8 %. Antes de la pandemia había unos 19,2 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social y en el último mes con datos disponibles (agosto) el número de afiliados está situado en los 18,7 millones de trabajadores.
Sin embargo, no todo han sido malas noticias. Hay sectores que como consecuencia de la nueva normalidad instaurada por el Gobierno para combatir el virus y prevenir mayores contagios están viviendo un gran auge. Un ejemplo claro de ello son los profesores y sanitarios, donde muchos profesionales no conseguían trabajo antes de la pandemia pero tras ella han logrado firmar un contrato eventual debido a la gran demanda que están viviendo.
También hay negocios textiles que se han reinventado para empezar a fabricar mascarillas en masa u otros dedicados a la fabricación de materiales que han visto una oportunidad de solventar el temporal e incluso batir récord de beneficios transformándose y elaborando mamparas de metacrilato.
Pero no solo ha habido reinvenciones o aumento de la demanda de empleos ya existentes, la nueva normalidad ha dado pie a que aparezcan nuevas profesiones inéditas hasta la fecha. Se han creado nuevos puestos de trabajo que jamás se hubieran imaginado antes de la llegada del COVID-19, en su mayoría porque muchas de las nuevas labores están destinadas a combatir y controlar la pandemia, como es el caso de los rastreadores. Nunca habíamos oído hablar de esta figura laboral y ahora todo el mundo sabe lo que es y a qué se dedica.
Hacemos un repaso a las nuevas profesiones:
Controlador de aforo y temperatura
Se ha vuelto una imagen habitual ir al supermercado o la oficina y encontrarnos en la puerta a una persona que nos toma la temperatura y controla el aforo dentro del recinto. Normalmente es un puesto que han asumido las empresas de seguridad, pero también hay otros casos donde la función la realiza una persona contratada directamente por la empresa. Según el portal de empleo Glassdor, el sueldo es el Salario Mínimo Interprofesional, 950 euros al mes.
Rastreador Covid-19
Los epidemiólogos y demás expertos científicos han apuntado que una de las claves para poner cerco a la pandemia es realizar un estricto control de la cadena de contagios. Ante esto, las comunidades autónomas han realizado contrataciones para dotar a su sistema sanitario de un equipo de profesionales que se encargue de rastrear y vigilar a los contagiados.
Aunque esta labor de control ha recaído tradicionalmente en médicos y enfermeras de Salud Pública, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), aseguraba el pasado 16 de mayo que «no es necesario que los rastreadores sean profesionales sanitarios». El sueldo varía en función de la comunidad autónoma.
Coordinador COVID-19
Esta nueva figura surge por la necesidad de llevar a cabo los trámites y el protocolo estipulado por Educación ante casos o sospechas de positivos en las aulas. Un cargo que, en función de la atribución de cada centro educativo, tiene que ser asumido por el propio equipo directivo o por personal docente.
Instaladores y fabricantes de pantallas de metacrilato
Uno de los elementos más instalados en la nueva normalidad son las pantallas de metacrilato que protegen a los profesionales que trabajan de cara al público. Varias empresas españolas han reorientado su línea de producción para satisfacer una ingente demanda.
Es el caso de la empresa vallisoletana Moldeados de Caucho Íscar que ha pasado de fabricar materiales para la industria minera y automovilística a elaborar pantallas de protección frente a la COVID-19. A la empresa le ha ido tan bien que ha diseñado una web para vender online.
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