El sector tecnológico ha estado tradicionalmente dominado por los hombres, con una proporción de 2 a 1. Sin embargo, cuando hablamos de inteligencia artificial (IA), esta disparidad se amplifica: el 71 % de los profesionales cualificados en IA son hombres, frente a solo el 29 % de mujeres. La diferencia, de 42 puntos porcentuales, evidencia una alarmante brecha de género en un campo que está remodelando el futuro del trabajo. Esta disparidad no solo afecta a la equidad laboral, sino también a la innovación y competitividad global.
El informe titulado Understanding Talent Scarcity: AI and Equity, realizado por Randstad, examina 3 millones de perfiles laborales y 12.000 respuestas de empleados. Una de las revelaciones más sorprendentes del estudio es que las trabajadoras suelen tener menos acceso a herramientas de IA en sus empleos. Mientras que el 41 % de los hombres recibe acceso a estas herramientas, solo el 35 % de las mujeres tiene la misma oportunidad. Además, solo el 30 % de las mujeres se siente adecuadamente preparada por la capacitación recibida, en comparación con el 35 % de los hombres.
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Julia McCoy, fundadora de la consultoría First Movers, explica: “La exclusión de las mujeres de la IA no solo amplía la brecha de género, sino que limita el potencial de innovación y el desarrollo económico a nivel global. La IA será la base de todas las industrias, y no podemos permitir que la mitad de la fuerza laboral se quede fuera del futuro del trabajo”.
Kim Garst, experta en marketing digital, añade que esta brecha de género en IA tiene implicaciones más allá de la equidad: “Si las mujeres siguen estando subrepresentadas en IA, corremos el riesgo de crear tecnologías con sesgos significativos. La falta de perspectivas diversas puede conducir a algoritmos discriminatorios y productos que no satisfacen a todos los usuarios, limitando el potencial innovador del sector”. Además, la brecha de género en IA podría exacerbar las desigualdades salariales, limitando el avance profesional de las mujeres en campos tecnológicos de alta remuneración.
Los expertos coinciden en que es necesario un enfoque integral para cerrar esta brecha. McCoy sugiere tres estrategias clave:
Pascal Bornet, autor y experto en IA, resalta la importancia de fomentar el interés en IA desde la educación primaria. “Debemos integrar la alfabetización en IA en el currículo escolar desde edades tempranas y crear programas específicos que la hagan accesible y atractiva para las niñas. Esto también requiere colaboración entre universidades y empresas tecnológicas para abrir caminos claros hacia carreras en IA para mujeres”.
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A nivel gubernamental, Garst sugiere que se implementen políticas que incentiven la diversidad de género en tecnología, como subvenciones para empresas que promuevan la inclusión o programas públicos de capacitación para mujeres en habilidades de IA.
A pesar de los desafíos, el informe de Randstad muestra un dato alentador: la brecha de género en IA es significativamente menor entre los trabajadores que han ingresado al mercado laboral en los últimos años. Esto indica que las nuevas generaciones, expuestas a la tecnología desde una edad temprana, están mejor posicionadas para cerrar esta brecha.
El CEO de Randstad, Sander van ‘t Noordende, comenta: “Las señales prometedoras en las generaciones jóvenes refuerzan la urgencia de que las empresas actúen ahora para garantizar que las habilidades y el acceso a la IA se distribuyan equitativamente entre todos los grupos demográficos”.
El avance hacia la equidad de género en IA no será inmediato. Sin embargo, la implementación de políticas inclusivas, cambios en la educación y una mayor visibilidad de mujeres líderes en tecnología son pasos fundamentales para crear un entorno más justo y equitativo. Como concluye McCoy: “El ritmo acelerado del avance en IA requiere que nos movamos igual de rápido para cerrar esta brecha. De lo contrario, no solo estamos perdiendo la oportunidad de ser más inclusivos. Sino que estamos dejando de lado una gran cantidad de talento que podría impulsar la próxima ola de innovación”.
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