En la actualidad, las líderes empresariales enfrentan un desafío cada vez mayor: la falta de profesionalismo entre los recién graduados universitarios que se integran al mundo laboral. Una reciente encuesta de Intelligent.com subraya esta problemática, revelando que 8 de cada 10 líderes empresariales consideran que los nuevos empleados necesitan capacitación específica en etiqueta profesional para prosperar en el entorno laboral.
El informe, que encuestó a 1,000 líderes empresariales, destaca que muchos gerentes encuentran deficiencias en las habilidades profesionales de los nuevos talentos en áreas clave como la comunicación efectiva, la recepción de retroalimentación y la conversación apropiada en el lugar de trabajo.
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Las diferencias se amplían dependiendo del tipo de modalidad laboral: en empresas totalmente presenciales, el 83% de los gerentes afirmó que los recién graduados necesitan urgentemente entrenamiento en etiqueta profesional. Para los empleadores de modelos híbridos y remotos, estos porcentajes bajan ligeramente al 79% y 76% respectivamente. Lo que sugiere que el entorno presencial enfatiza aún más la falta de habilidades interpersonales.
Según Huy Nguyen, asesor de Intelligent.com, el trabajo presencial permite observar de primera mano el desempeño profesional de los empleados. Exponiendo así cualquier deficiencia en las habilidades interpersonales. «Mientras más empresas promuevan la vuelta a la oficina, mayores serán las expectativas en torno a la etiqueta profesional», explica Nguyen.
Entre las áreas de mejora, destaca la capacidad de aceptar críticas constructivas. En la cual el 56% de los gerentes evalúa negativamente a los recién graduados. Además, el 51% de los directivos señala una falta de conocimiento en la etiqueta para el uso de dispositivos móviles en el entorno laboral.
La falta de competencia en la resolución de conflictos, el sentido común, y el manejo de temas controversiales fuera del ámbito laboral son también áreas señaladas por los empleadores.
Nguyen identifica dos causas principales para esta brecha de profesionalismo: la pandemia de Covid-19 y el predominio de experiencias académicas teóricas en lugar de prácticas. «La pandemia limitó la interacción presencial, lo que obstaculizó el desarrollo de habilidades interpersonales», agrega Nguyen. Esta falta de experiencia práctica en ambientes profesionales dificulta la transición de los jóvenes al mundo laboral. Donde la autonomía y la capacidad de enfrentar ambigüedades son esenciales.
Para mitigar estas dificultades, el 33% de los gerentes afirmó que sus empresas ya ofrecen capacitación en etiqueta profesional. Y un 20% adicional planea implementarla antes de 2025. Nguyen concluye que un programa de capacitación formal ayuda a reducir la brecha entre la preparación académica y las habilidades necesarias para el éxito profesional, brindando claridad y expectativas claras desde el inicio.
La falta de profesionalismo en los recién graduados pone de manifiesto la necesidad de un enfoque integral en la capacitación en etiqueta y habilidades interpersonales. Algo que las empresas no pueden ignorar en un contexto donde la competencia profesional y la adaptabilidad son esenciales.
La creación de programas formales de etiqueta en el lugar de trabajo podría ser una solución que beneficie tanto a las empresas como a los nuevos talentos, preparándolos para un futuro profesional exitoso.
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