El mundo empresarial ha perdido a un reconocido hombre que se destacó por sus aportes a la sociedad y por ser miembro de una de las familias más influyentes del país: Ramón Báez Romano.
Desde joven, Báez Romano tenía una gran disciplina y pasión por el trabajo, cualidades que le llevaron a fundar, en 1964, junto a Víctor Rannik, la empresa Báez y Rannik S.A., donde ocupó por muchos años el cargo de Presidente, contribuyendo en gran medida a su fortalecimiento en el sector naviero.
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En el año 1986, fundó el Banco Intercontinental, Baninter, y entre sus otros logros profesionales se encuentra su labor como fundador y miembro de la Junta de Directores en la segunda etapa de Listín Diario.
Durante este periodo, Editora Listín Diario ocupó la primera posición en su categoría en el ranking Empresas más Admiradas que prepara Revista Mercado.
También debemos recordar su gestión en la Secretaría de Estado de Industria y Comercio, durante el Gobierno de Antonio Guzmán.
El mundo empresarial no fue el único ámbito donde Báez Romano logró sobresalir: el golf fue otra de sus pasiones. Llegó a ser Campeón Nacional en 1956 y 1958, y formó parte del equipo dominicano que participó en el V Mundial de Golf, Copa Eisenhower, celebrado en México, en 1966.
Estos, y otros éxitos, le permitieron ingresar al Salón de la Fama del Golf Dominicano.
Su dedicación al mundo de los negocios y a la sociedad le dieron a Ramón Báez Romano no solo grandes satisfacciones, pues también recibió reconocimientos como la Orden Cristóbal Colón, otorgada por el Gobierno Dominicano, y la medalla al Mérito Santo Domingo, de parte de la Sala Capitular del Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Por José Roberto Díaz
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