El multimillonario empresario tecnológico Pavel Durov, apodado el «Zuckerberg ruso», fue arrestado en la pista del aeropuerto de París-Le Bourget, proveniente de Azerbaiyán, debido a acusaciones relacionadas con su aplicación de mensajería Telegram. Esta plataforma, conocida por su enfoque en la privacidad y la libertad de expresión, ha sido criticada por permitir la difusión de contenido delictivo en parte debido a su política de no moderación.
Se estima que Durov tiene un patrimonio neto de unos 10,000 millones de dólares según la lista de millonarios de Bloomberg, lo que lo convierte en la 291 persona más rica del mundo.
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Este incidente ha resaltado los complejos desafíos que enfrenta Telegram en su intento de equilibrar la protección de la privacidad y la libertad de expresión con la necesidad de regular contenidos y colaborar con las autoridades.
Pavel Durov, de 39 años, nació en San Petersburgo y se hizo famoso como fundador de varias redes sociales muy populares y de una criptomoneda. A los 22 años, lanzó su primera red social, VKontakte (VK), una plataforma dirigida a usuarios de habla rusa que resultó ser más popular que Facebook en su Rusia natal.
Sin embargo, Durov abandonó el país en 2014 tras negarse a aceptar las exigencias del gobierno de cerrar grupos de oposición en VK y entregar datos personales a los servicios de seguridad rusos, el FSB. Entre las exigencias estaba la de bloquear la cuenta del fallecido líder de la oposición rusa Alexei Navalny. Más tarde vendió VK y publicó:
«Hasta luego y gracias por todo el pescado», en referencia a la novela de ciencia ficción ‘La guía del autoestopista galáctico’.
En 2013, junto con su hermano Nikolai, Durov lanzó Telegram, una plataforma de mensajería gratuita que prioriza la protección de datos de los usuarios.
Telegram compite con otras plataformas de redes sociales como WhatsApp, Instagram, TikTok y WeChat.
La aplicación permite a cualquier persona seguir los vídeos, las imágenes y los comentarios de los usuarios en los denominados «canales» o grupos, con los datos de los usuarios protegidos mediante cifrado. También existen «canales» privados que otorgan al administrador del grupo el derecho de verificar quién puede ver sus publicaciones.
Durov siempre se ha negado a moderar los mensajes en Telegram, promocionándolo como una plataforma «libre».
En 2018, un tribunal de Moscú ordenó el bloqueo de Telegram, pero no tuvo éxito, ya que los manifestantes rodearon la sede del FSB y lanzaron aviones de papel, un símbolo de Telegram. Rusia abandonó su plan de bloquear Telegram y el gobierno también utiliza la aplicación.
Telegram es utilizado por grupos de la oposición de todo el mundo que no quieren que sus datos o mensajes se vean comprometidos. Ha sido una plataforma de información clave en la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022 para ambos bandos de la guerra.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, usa Telegram para publicar videos sobre la guerra a los ciudadanos todos los días, y los canales pro-Moscú dirigidos por los llamados «Z-bloggers» también son populares.
Sin embargo, Telegram también se ha convertido en una plataforma para extremistas y teóricos de la conspiración.
Telegram ha logrado un hito impresionante al alcanzar la cifra de 950 millones de usuarios en un solo mes, un récord dentro de la plataforma que subraya su creciente popularidad y relevancia en el mundo de la mensajería.
Además de este notable crecimiento, Telegram se encuentra en la fase de preparación para lanzar su propia tienda de aplicaciones. Esta nueva iniciativa permitirá alojar aplicaciones de manera similar a plataformas establecidas como Google Play y Apple Store.
A pesar de ello, los críticos de esta plataforma denuncian que los grupos, que admiten hasta 200,000 miembros, han facilitado la difusión de la desinformación, entre ellos grupos neonazis y grupos de pedófilos.
Después de salir de Rusia, Durov recibió la ciudadanía en la isla caribeña de Saint Kitts y Nevis tras donar 250,000 dólares a la industria azucarera del país. En agosto de 2021, se le concedió la ciudadanía francesa, que, según dijo, solicitó en broma después de que su asistente le dijera que la solicitara con el nombre de «Paul Du Rov».
Las circunstancias de la obtención del pasaporte francés siguen siendo un misterio y las autoridades francesas nunca han hecho comentarios al respecto.
También tiene ciudadanía emiratí y vive en Dubai, donde tiene su sede Telegram.
Los investigadores franceses emitieron una orden de arresto contra Durov por acusaciones de acoso cibernético, fraude, tráfico de drogas, crimen organizado y promoción del terrorismo en su plataforma.
Se le acusa de no haber tomado medidas para evitar el uso delictivo de su plataforma.
Telegram ha respondido afirmando que cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales, y que su moderación está dentro de los estándares de la industria y mejora constantemente. «El director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa. Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables de los abusos cometidos en ella. Estamos esperando una pronta resolución de esta situación».
Mientras tanto, las autoridades rusas acusaron a Francia de «negarse a cooperar». La embajada rusa en París solicitó acceso a Durov y aseguró que Francia, hasta ahora, ha «evitado involucrarse» en la situación.
El período de detención de Durov se ha extendido, lo que significa que el período inicial de interrogatorio puede durar hasta 96 horas.
El juez puede entonces decidir liberarlo o presentar cargos y ponerlo en prisión preventiva.
La detención de Pavel Durov ha puesto de relieve las complejidades y desafíos que enfrenta Telegram en su intento de equilibrar la privacidad y la libertad de expresión con la necesidad de moderar contenidos y cooperar con las autoridades. Mientras la plataforma continúa creciendo, también lo hacen las expectativas y responsabilidades asociadas con su uso. La evolución de Telegram y su capacidad para adaptarse a estos desafíos serán cruciales para su futuro.
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